La excitación del momento fue contagiosa, de las tripulaciones y los equipos que prepararon la parada en un «paddock» improvisado en medio del desierto. El Dakar 2025 fue el inicio del «Pit Stop«, una parada en boxes habilitada en una neutralización. No era obligatorio parar y quien lo hacía tenía que lidiar con el tiempo, que seguía contando para la etapa.
Esto se hizo en la primera parte de la «48 Chrono», una etapa de dos días, donde no pasarían por el campamento para reparar los vehículos. Superando una zona pedregosa, el que necesitaba renovar neumáticos lo podía hacer, o realizar algún ajuste mecánico. En diálogo con Campeones y la prensa sudamericana, confirmó David Castera, director del Rally Dakar, que continuará esta experiencia.
«Hay mucha piedra en este país, no es únicamente arena. En los días en que vamos a tener mucha piedra y hay muchas posibilidades de pinchar, voy a poner el Pit Stop para que puedan cambiar neumáticos con la asistencia, sobre el tiempo de carrera«, expresó el francés.
En la única experiencia que se tuvo, algunos optaron por no detenerse y confiaron en el plan de carrera inicial. Otros fueron evaluando sobre la marcha la estrategia, con señas que se hacían para que los mecánicos interpreten qué hacer cuando la tripulación se detenía.
«Lo que hicimos el año pasado fue fue una buena experiencia para todos», añadió Castera, al confirmar un regreso de esta curiosa vivencia.
En otras ocasiones se han permitido este tipo de ayudas, pero se trató de puestos de asistencia en un enlace, es decir, en ruta abierta. La clave del cambio estuvo en que ahora esa asistencia estaba dentro de la prueba especial, con el reloj contando como tiempo de carrera, en una zona particular donde debían circular a una velocidad reducida. Si bien todos iban a 20km/h durante los 400 ó 500 metros delimitados, los que paraban a reparar perdían tiempo de carrera. Lo mismo se repetirá en el Dakar 2026, que se disputará del 3 al 17 de enero en Arabia Saudita.
La organización dispuso de un sector del recorrido donde los equipos podían permanecer y servir a sus pilotos. Como si fuera una parada en boxes de un autódromo.
Durante la detención, las estructuras podían realizar diferentes trabajos sobre los autos, aunque los mismos debían ser rápidos porque el tiempo de carrera seguía corriendo. La dirección del rally tomó nota y se perfeccionará, incluso para ofrecer un cambio de neumáticos en las etapas rocosas donde los pinchazos están a la orden del día.