Aquella temporada de 1954 fue sublime para José Froilán González. En ese año, en donde integró la Scuderia Ferrari, el arrecifeño obtuvo tres resultados que lo colocaron en el podio anual y que se inició el 12 y 13 junio, cuando consiguió el triunfo en las 24 horas de Le Mans a bordo de la Ferrari 375 Plus que compartió en la conducción con el francés Maurice Trintignant; luego se extendió al mes en Silverstone, cuando batió a las Mercedes-Benz «Flecha de Plata» carenadas y peleó el título con el propio Juan Manuel Fangio, siendo subcampeón y obteniendo el único «1-2» en un certamen FIA de Fórmula 1.
«Ese auto lo habían hecho para las Mil Millas italianas de ese año y sólo se construyeron tres únicas unidades que debutaron en esa carrera era difícil por la enorme potencia quo desarrollaba: 320 caballos. Y bajo la lluvia no eran un juego, y si bien era el auto más potente de todos había que trenzarse con los Jaguar que eran más chiquitos, más livianos y frenaban mejor. De todas maneras en Italia le habían cambiado partes del tren delantero y el auto era otra cosa«, recordaba «Pepe» sobre ese auto fatto in Módena, diseñado por Pinin Farina con un motor 12 cilindros de 4.9 litros y que alcanzaba 280 Km/h.
La clasificación fue la primera muestra que el auto era del gusto de Froilán, con el cual pudo mostrarse veloz a pesar de contar con tres kilómetros menos con respecto a los Jaguar. «El mejor tiempo lo conseguí yo: 4 minutos 22 segundos para la vuelta, que era más o menos 198 Km/h. de promedio«, señalaba quien luego se dedicaría a manejar desde el inicio de la carrera tras la tradicional largada con los pilotos debiendo cruzar la pista hasta el auto, sentarse, encenderlo y salir a rodar por los entonces 13.492 metros de La Sarthe.
«Arranqué sin problemas, salí tirando los cambios a seis mil vueltas, como había que hacer en toda la carrera, y antes de recorrer medio circuito ya estaba encabezando la fila. Cuando pasé frente a los boxes lo hice tan cortado que ni se veían los demás detrás mío«, indicó el argentino que ocupó varios puestos más retrasados en el orden de partida debido a que entonces el Automóvil Club del Oeste (ACO) organizador de la prueba determinaba que los autos de mayor cilindrada largaran antes que el resto.
Ferrari había llevado cinco unidades de ese modelo, además de la del argentino (chasis 0396AM) estaban las que condujeron los franceses Robert Manzon con Louis Rosier (0392AM) y Umberto Maglioli junto a Paolo Marzotto (0384AM PROVA MO-31) integrando el equipo oficial, en tanto que bajo la atención de la escuadra de Luigi Chinetti corrieron Innocente Baggio y Porfirio Robirosa (MM Berlinetta 0380AM) y con el team Brigs Cunnigham lo hicieron los americanos Phil Walters y John Fitch (MM 0372AM). Todas estas no pudieron terminar la competencia.
Durante la madrugada, Trintignant no pudo mantener las diferencias con los autos ingleses, debido a que por la lluvia se humedecieron partes mecánicas al no tapar una toma desde el habitáculo. «La Ferrari tenia una toma de aire adelante para refrigerar el habitáculo y esa toma se abría o se cerraba desde adentro. Cuando yo le entregué el auto a Trintignant para que él cumpliera su último turno la boca estaba abierta. Al rato comenzó a llover nuevamente y Trintignant se olvidó de cerrarla, por lo cual, enseguida entró agua y se mojó un montón de cosas. Cuando él paró en el box el auto no arrancaba; hubo que secar todo y allí perdimos toda la ventaja que Ilevábamos. De las dos vueltas de sobra que teníamos, los Jaguar se acercaron a la misma vuelta como al principio, o sea que la carrera prácticamente empezó de nuevo«, explicó.
Esa situación, sumada a la fatiga de Trintignant para seguir manejando bajo la lluvia hizo que Froilán fuera nuevamente convocado -tras un breve descanso- para que reemplazara al galo y tratara de mantener la ventaja sobre el Jaguar de Tony Rolt y Duncan Hamilton, que acechaban. «Se acercaron bastante pero en ningún momento pudieron pasar. Donde me ganaban como cien metros era en la frenada de Mulsanne, pero en la aceleración yo recuperaba eso y más. Ellos se presentaron por primera vez con frenos de discos mientras todos los demás todavía usábamos campanas. No es en realidad que frenaran más sino que para no cansar los tambores yo cortaba más lejos«, rememoraba.
Con su habitual estilo aguerrido, González fue estableciendo las diferencias y logrando aventajar por una vuelta al verde Jaguar D-type al momento de cumplirse el día de carrera y con el arrecifeño consiguiendo cruzar la meta luego de completar 4.061 kilómetros durante las 24 horas, promediando 169,215 Km/h., y llegar al box de Ferrari para celebrar efusivamente con Trintignant y el resto de los mecánicos de «Il Cavallino Rampante», dando así el primer triunfo de un piloto argentino en Le Mans, que se extendió por siete décadas hasta que en 2021 José María López lo emuló al hacerlo con un Toyota junto a Mike Conway y Kamui Kobayashi.
«Pienso que hoy en día la carrera de Le Mans debe ser más difícil que entonces por una simple razón: se anda mucho más rápido; pero como siempre que se habla de automovilismo de antes y de ahora, no se puede comparar; eran autos distintos«, remarcaba Froilán, sobre las épocas del automovilismo internacional. Al día siguiente, y como era tradición, desfilaron en Paris por Champs-Élysées y fueron recibidos por el General Charles De Gaulle, entonces presidente de la república francesa, para cerrar la coronación.