Tras su rutilante estreno en la Fórmula 1, Franco Colapinto se quedó sin asiento como titular para la temporada 2025. Si bien era esperable, no dejó de ser un sinsabor la confirmación de Liam Lawson como reemplazante de Sergio Pérez en Red Bull, y de Isack Hadjar como el ocupante del asiento dejado por el neozelandés en Racing Bulls, ambas novedades anunciadas a finales del año pasado. Así, no quedaron butacas libres para el próximo campeonato.
A casi dos meses de aquellos anuncios, podría decirse que, a corto plazo, la situación del pilarense no es la ideal, ya que no va a estar en la grilla cuando comience el Gran Premio de Australia (16/03). Sin embargo, a mediano o largo plazo sí puede llegar a serlo. ¿Por qué? Porque, por primera vez en su trayectoria, y gracias a su llegada a Alpine como piloto reserva, va a tener la posibilidad de completar los kilómetros al mando de un auto de F1. Sí es cierto que no podrá manejar el modelo de este año, sino alguno de, como mínimo, dos años atrás. De todas maneras, no hay que olvidar que Colapinto debutó en la “Máxima” con apenas cuatro horas y media de experiencia, por lo que toda labor al volante será bienvenida.
A principios de febrero, y por “culpa” de Flavio Briatore, asesor de Alpine y principal responsable del arribo del argentino, supimos que el ex piloto de Fórmula 2 participó de un ensayo que la escuadra realizó en el circuito de Barcelona. Según medios europeos, Briatore pidió un informe completo sobre la actuación del bonaerense y de Jack Doohan, quien también giró aquel día. Incluso, se llegó a hablar de que Colapinto fue entre 2 y 5/10 más rápido por vuelta que su compañero de equipo. Ante los rumores que indican que el australiano tiene un contrato que solo le asegura competir por cinco compromisos (de los cuales ya cumplió uno), el duelo entre ambos parece ser decisivo para las aspiraciones del argentino.
Al plano deportivo hay que sumarle el de la exposición, que tanto Alpine como el propio Briatore hacen del otrora piloto titular de Williams. La realidad es que no hay otro equipo que en sus redes sociales difunda tanto la actividad de su hombre de reserva, más si tenemos en cuenta que tiene otros dos pilotos que pueden ocupar dicho rol, como Paul Aron (sí, aquel al que Colapinto superó en Ímola en la carrera de F2) y Ryo Hirakawa (campeón 2023 del WEC), incorporado recientemente. Ni la popularidad en redes sociales ni el paquete de patrocinantes que trae consigo el joven de 21 años pasa desapercibido.
Habrá que esperar un tiempo más, pero lo cierto es que Colapinto va por el buen camino.
Nota publicada en la Revista Campeones nº 768.