A pocas horas de finalizar el año 2022, Mauro Giallombardo sorprendió al ambiente de Turismo Carretera anunciando que no seguirá al frente de la dirección deportiva de Escudería G129, el cual formó hace un par de temporadas y con la que volvió a integrarse a las carreras desde esa función tras el accidente vial que lo alejó de las pistas en 2017.
La decisión de quien fuera Campeón Argentino de TC en 2012 se tomó tras analizar la performance tanto con el Ford que usó hasta San Juan el juninense Gabriel Ponce de León, quien se desvinculó al culminar el GP Coronación, y en TC Pista con Lucas Carabajal. “Fue el año más duro, desde lo deportivo, que me tocó atravesar. No pude encontrar la victoria en ninguna de las categorías que participamos”, admitió Giallombardo.
Cabe recordar que durante la pasada temporada el team contó con Nicolás Trosset en la primera parte del certamen de TC; y también tuvo presencia en TC Mouras con el platense Nicolás Moscardini y en TC Pista Mouras con Emiliano Puerto.
Como ocurre en varios casos, ante la falta de resultado hay situaciones que afectan la parte económica y puede ser un factor que ocasiona perjuicios financieros al repercutir en los presupuestos previamente estipulados. Ante ello tomó la decisión de ocuparse en este año del área comercial y ceder su actual posición a su padre Néstor Giallombardo, quien tomará el rol de director deportivo del equipo de Bernal.
“G129 es mi ‘hijo’. Lo formé, lo vi nacer, lo fui viendo crecer, desarrollarse. Y al mando de mi equipo tomé malas decisiones como CEO, de las cuales ahora me toca hacerme cargo. Espero poder ver triunfar este proyecto, sabiendo que cada pata importante la dejé definida o tuve injerencia para que lleguemos a buen puerto. Dejo el timón en manos de personas que incluso pueden llevar mejor que yo este ‘barco”, reflexionó Giallombardo sobre su equipo.