“Faltando 3 carreras para terminar el campeonato de Turismo Nacional Clase 3, anunciamos que el piloto Jorge Barrio no continuará corriendo con nuestros motores”, fue el anuncio de José Villar, el preparador hasta aquí de los impulsores junto a Eduardo Triviño.
Los loberenses trabajaron a lo largo de la temporada junto al piloto pinamarense y el equipo “Febase”, quienes deberán buscar un nuevo rumbo para afrontar las últimas 3 fechas del campeonato, donde ocupan el segundo lugar, con la ventaja de ya haber ganado, algo que hasta aquí no logró Leonel Pernía.
“Agradecemos las experiencias compartidas y nos enorgullece haber acompañado a un piloto que se encuentra segundo en el campeonato”, indicó otro párrafo del comunicado de la cuenta @jvillarcompeticion, que días atrás informó sobre un hecho ocurrido en Buenos Aires, de suma preocupación:
«El pasado 5 de septiembre de 2024, durante la competencia en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, se produjo un incidente desafortunado que involucró al motor del vehículo conducido por Jorge Barrio en Turismo Nacional. Tras recibir numerosas críticas públicas y privadas, considero fundamental compartir de manera transparente los resultados de la pericia realizada, con el objetivo de aclarar lo sucedido y brindar una explicación técnica de los hechos.
El lunes 6 de septiembre, en el taller en Lobería, se procedió al desarme completo del motor del C3 utilizado en la competencia. Durante esta pericia, surge que la causa de la falla fue la intromisión de un cuerpo extraño metálico, cuyas dimensiones eran aprox. a las de un remache pop, que pudo haber ingresado al motor a través de la toma de aire. Este residuo, al pasar por el cilindro 1 y posteriormente afectar al cilindro 4, provocó daños severos en los pistones, las válvulas y la tapa de cilindros. Como resultado, el motor sufrió una deformación total y terminó completamente inservible.
Es importante destacar que este tipo de fallas es ajeno al trabajo realizado en el taller de Loberia. El motor fue entregado en condiciones óptimas y el daño fue causado por un elemento externo que tal vez pudo haberse evitado. Contamos con evidencia en video y fotografías del desarme, así como testigos presenciales del proceso, que corroboran esta explicación.
Lamentablemente, este tipo de situaciones impacta no solo en nuestra reputación, sino también de manera directa en nuestra economía, ya que el motor quedó completamente inutilizado».
