Una de las grandes apariciones en el MotoGP en el Siglo XXI fue el bicampeón Casey Stoner. Un piloto muy habilidoso pero, según reveló el mismo, con una condición mental que no le permitía rendir al máximo.
«Recientemente me han diagnosticado ansiedad, que en ese momento no sabía que existía. Pensaba que era estrés, y claro, también me convencía de que todo el mundo estaba estresado de alguna u otra forma. Pero ahora, la ansiedad llega a bloquearme la espalda, hasta el extremo de que tengo dos discos muy mal, que deberían sustituirse«, inició el dueño de 45 grandes premios en la máxima.
Además, explicó que «no me fue fácil entender porqué me costaba más (lidiar con la presión y la fama) a mí que a otras personas. Hay personas, como Marc y Valentino, a quienes no les afecta. Lo pienso y creo que hubiera sido mucho más fácil estar al tanto de todo esto que me pasa, porque habría podido manejarlo de mejor manera. Nunca estuve cómodo con la prensa, rodeado de gente«.
«Durante la mayor parte de mi carrera, seguramente hasta los dos últimos años en MotoGP, cuanto mejor iba el fin de semana, más quería morirme«, reconoció quien lleva casi diez años retirado del motociclismo. Y agregó: «Estaba enfermo como un perro, no quería correr. Sentía mucha presión del equipo, de toda la gente que me había ayudado; a veces un colectivo que llegaba a las cien personas«.
«Cuando eres el piloto número 1, y todo el mundo espera que ganes, eso te puede afectar como me pasaba a mí. He tenido que aprender a ir caminando a todos los sitios, porque no puedo correr«.
Para finalizar, mencionó: «No sabemos exactamente qué le pasa a mi cuerpo, pero seguramente tiene mucha relación con esa forma de desconectar que tenía. No importaba lo mal que estuviera, o nervioso o dolorido, simplemente me decía ‘trágatelo y acéptalo«.
