Sergio Pérez está públicamente cuestionado, más allá de las presiones internas en el equipo Red Bull Racing por su pobre resultado deportivo en la Fórmula 1. La cláusula de rendimiento es cada vez más nombrada, poniendo en la mesa de análisis la recisión del contrato del mexicano, aunque nada de esto obligue al equipo a tomar la decisión.
Terminado el GP de Gran Bretaña en Silverstone, se le consultó al director del team, Christian Horner, y sobre la situación dijo que Checo «sabe que es insostenible no sumar puntos» y remarcó que «tenemos que sumar puntos con ese auto y él lo sabe, conoce su papel y su objetivo, así que nadie tiene más ganas que ‘Checo’ de volver a su ritmo«.
Que el directivo máximo de Red Bull en competencia mencione que es «insostenible» que Sergio Pérez siga como hasta ahora no pasó desapercibido. Porque también se filtró, presumiblemente desde dentro de la escudería, que el mexicano está al límite de que se active una cláusula relacionada con su rendimiento, dentro del contrato de F1.
Ferrari es escolta en el torneo de constructores y McLaren recorta terreno, lo mismo que Mercedes, aunque bastante más atrás en puntos. Para la suma de RB, en las últimas seis competencias el mexicano solo aportó 15 unidades frente a 119 de Max Verstappen en mismo período.
Checo tiene contrato para seguir en 2025 pero, al mismo tiempo, las cláusulas de las que todos hablan podrían activarse en momentos específicos del año, indican medios especializados en F1. Por ejemplo, uno de ellos sería el conteo de puntos al terminar la primera parte del año, antes del descanso en el verano europeo. Según las fuentes consultadas, se sugiere que Red Bull tiene el derecho de rescindir el contrato de Pérez si está a más de 100 puntos de Verstappen en estos puntos clave del año. Y ahora está a 137 unidades, por lo que estaría obligado a sumar más que el neerlandés para bloquear la cláusula que, reiteramos, no sería de activación automática sino una herramienta para autorizar decisiones drásticas, si se creyeran convenientes.
Ni siquiera la certeza de incumplimiento de estos pedidos contractuales equivale a una decisión. Será la escudería la que deba evaluar y decidir si las aplica, teniendo en sus manos los datos deportivos que le permitirían tomar la decisión que crean conveniente para todos. Porque el siguiente paso es encontrar el sustituto correcto, que sostenga armonía en la escuadra y no distraiga al piloto N°1 de sus objetivos de campeonato.
