La Fórmula 1 optó por un cambio para este Gran Premio de Australia en relación al último disputado en 2023 y tiene que ver con los compuestos que se utilizarán este fin de semana. Se ha incorporado la variante del neumático C5, el más blando en la escala para piso seco que parte del C0 (el más duro) y que avanza hasta el mencionado compuesto.
Así, en la tercera competencia del año, los equipos podrán optar por el C3 (el más duro de la oferta para esta carrera, y diferenciado por su color blanco), el C4 (intermedio, de color amarillo) y el C5, diferenciado con el característico color rojo para los neumáticos blandos. El año pasado, la «Máxima» hizo una elección más «dura» en cuanto a los neumáticos y seleccionó los C2, C3 y C4 para la cita en Albert Park.
Será el estreno de los Pirelli P Zero C5 este 2024, que fueron descartados tanto en Sakhir como en Jeddah, pero no será la primera vez que se los utilice. En 2022, la Fórmula 1 descartó el C4 y optó por el C2, C3 y C5 para la competencia en territorio australiano.
Como los más blandos de la gama, estos neumáticos poseen un mayor desgaste y, en consecuencia, fuerzan un mayor trabajo en la estrategia de cada escudería, que posiblemente necesiten más de una parada a lo largo de la disputa. Entre sus virtudes, destaca el hecho de ser el compuesto más veloz de la selección, con mejor adherencia y mayor velocidad de curva. Así, en un trazado a priori difícil para los adelantamientos, este cambio podría posibilitar más diferencia de ritmo entre cada vehículo y, por ende, más sobrepasos.