Según se pudo conocer, había más de 1.500 archivos que tres sospechosos amenazaron con revelar, lo que causó conmoción en Alemania. Estas personas fueron juzgadas por intentar extorsionar a la familia de Michael Schumacher por la información sensible, que podrían incluir fotos, videos y expedientes médicos tras el accidente esquiando que el expiloto de Fórmula 1 sufrió en 2013.
Desde aquél incidente no se ha visto en público al siete veces campeón mundial y la familia solicitó privacidad. Poca información sobre el estado de Schumacher se ha conocido en más de una década.
A menos que la familia Schumacher pagara 15 millones de euros, se difundirían en la «dark web», habitualmente vinculada a operaciones ilegales o de información clasificada. Uno de los tres autores fue condenado a la cárcel, su hijo, cómplice, recibió la pena de seis meses de prisión en suspenso mientras que el otro, un antiguo guardaespaldas de Schumacher y sospechoso de conseguir información, fue condenado a dos años de prisión con suspensión de pena.
El principal sospechoso reconoció que había recibido los archivos a través del guardaespaldas y su hijo confirmó que había creado una dirección de correo electrónico imposible de rastrear. El abogado de la familia Schumacher consideró necesario recurrir la sentencia, al haber considerado leve la pena mientras que la familia está preocupada porque no se recuperó el material.