Desde la producción frutihortícola del Valle de Uco hasta las pistas del rally raid, la pasión de la familia Bobadilla se consolidó. Apostando al Campeonato Mendocino de Rally Cross Country, que comenzó en el Campo La Encrucijada, el productor de durazno Javier Bobadilla encontró el lugar ideal para iniciarse en un hobbie que lo llevó a carreras de gran nivel.
«LA ENCRUCIJADA» AGRADECE EL APOYO DE : PARRA NEUMÁTICOS, TRANSPORTE PACHECO, LA CASA DE LOS FILTROS, TODO LUSTRE PINTURERÍAS Y FECHORÍAS (panchos, hamburguesas y más)
«Soy piloto de La Encrucijada desde los comienzos, según dice Hugo Balada, el organizador, soy el que más campeonatos tiene«, contó el usuario de una camioneta ‘picante’ que destaca en las carreras. El hombre que cada día se levanta a las 5 de la mañana para las labores de la finca de 20 hectáreas comenzó este camino en el año 2018 y desde allí estuvo en varias citas icónicas del raid.
PRÓXIMA FECHA | 9, 10 y 11 DE MAYO | USPALLATA, MENDOZA
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«La Encrucijada es una escuela de pilotos, este campeonato es un semillero y es de los pocos campeonatos accesibles que quedan a quienes nos gusta el rally raid, para correr sin riesgos y con normas de seguridad«, remarcó el mendocino. «La Encrucijada nos dio muchas alegrías, aunque el año pasado no contamos con mucha suerte pero quedamos terceros, detrás de dos pilotos que tenían merecidos los lugares de primero y segundo«, continuó.
JAVIER BOBADILLA CORRE AHORA CON SU HIJO LUCIANO EN LA NAVEGACIÓN
«La primera fecha fue en General Alvear y las Dunas de El Nihuil, donde no solo ganamos nuestra categoría sino que quedamos segundos en la clasificación general atrás de Juan Cruz Yacopini. Mi hijo Luciano anduvo como si había navegado siempre, pero hacía cinco años que no me navegaba».
«En La Encrucijada están Hugo Balada y su familia organizando con mucho esfuerzo. No tiene desperdicio, hacen todo bien porque mira más por el piloto que por ellos, por ejemplo centralizando todo en Uspallata esta carrera, más cómoda para los pilotos por el traslado. Hugo Balada entiende las cosas, al ser un piloto, desde nuestro lugar. Más allá de la competencia, en La Encrucijada nos conocemos todos, somos más de 50 camionetas, no somos todos amigos pero nos felicitamos y competimos solo cuando se encienden los relojes».
