Hablar de «Mar y Sierras» es referirse a gran parte del automovilismo argentino, no sólo por los pilotos que hayan salido de allí, sino también por los circuitos, preparadores, y todos elementos mecánicos que conforman a la categoría.
Emanuel Pérez Bravo logró el domingo pasado revertir la mala racha que atravesaba en términos deportivos y consiguió, en Pigüé, la victoria necesaria para pelear el campeonato de la Clase A. Previo a ello, el «Tiki» dialogó con el equipo Campeones y accedió a contar un poco más cómo es un auto del Mar y Sierras.
«El reglamento es libre. El motor es de 6 cilindros y muchos de ellos son de TC o TC Pista que fueron quedando. La caja es libre en relaciones, tiene cuatro cambios. El chasis y la suspensión también es libre, por lo que cada uno tiene su librito, digamos. Pesa 1100kg y ronda los 400hp de potencia», describió el representante de Huanguelén (Buenos Aires).