En diálogo exclusivo con Campeones desde Arabia Saudita, el piloto argentino Orlando Terranova reveló detalles de la intimidad del equipo Bahrain Raid Xtreme del Rally Dakar, desarrollado por completo con el conjunto inglés del mundialmente laureado PRODRIVE.
«Los registros de presión de neumáticos en el tablero están ‘truchados’ para que la gente que busca esa información la encuentre incorrecta»
No hay detalle librado al azar en el enfoque de Prodrive, el mítico equipo que dirige David Richards que está a cargo del proyecto denominado Bahrain Raid Xtreme desarrollando vehículos denominado ‘Hunter’ de categoría T1+ para el Dakar 2022. Sobre todo ello habló en exclusiva el mendocino Orlando Terranova, quien se unió a la escuadra promediando el 2021 tras varios años ligado al conjunto X-Raid Team: «Fue una decisión acertada, me encontré con un equipo de una pasión increíble«.
Las primeras impresiones se mantienen con el paso del tiempo para Terranova, quien experimenta que aquello que sintió al conocer el equipo se expresa en el resultado logrado con el nuevo Hunter que manejará, al igual que Sebastien Loeb y Joan ‘Nani’ Roma. «Ver a los ingleses trabajar, ingenieros muchas más grandes que yo, con una energía y pasión únicos en una estructura aceitada y un auto nuevo enfocados en el confort del piloto», resumió ‘Orly’ ante la consulta de Campeones.
«Aprendí que hay otra manera de hacer motorsport»
«En mi experiencia con Prodrive aprendí que hay otra manera de hacer motorsport. Inglaterra tiene la cultura de la Fórmula 1, donde está gran parte de la cuna de la F1«, reconoció Terranova al hablar del método de desarrollo sin precedentes de los que fue testigo. «Tienen un departamento aeroespacial donde fabrican piezas para un robot que está en Marte«, aseveró, para poner en contexto de los elevados niveles de ingeniería con los que trabajan en la sede central.
«El diferencial es una pieza hecha 100% hecha por ellos con un esquema de construcción interno«, reveló el piloto argentino, recordando que fue una de las primeras fallas importantes que experimentaron con el auto. «Tuvimos problemas con la dirección en la Baja España, que no nos permitió triunfar, y la nueva solución es interna, los ‘Jack’, gatos hidráulicos, también están fabricados y funcionan con una batería que no depende del sistema hidráulico de la dirección«, continuó enumerando sobre este vehículo que parece haber sido hecho a medida de esta carrera.
«Cómo se venían riendo los buggies de nosotros»
Las claves del nuevo reglamento que involucra a los autos denominados ‘Categoría T1+’ son enumeradas por el propio Orlando Terranova: «El cambio de la rueda ancha y grande da un gran paso en la arena… el gran secreto está en la presión de neumáticos, porque ahora también son parte de la amortiguación. Hay mucho recorrido de amortiguador, de hidráulico, mucho de resorte y hay que trabajar en un esquema de puesta a punto de presión sin poder tocar, a diferencia del buggy que van tocando«.
Mientras los 4×4 ahora pueden poner neumáticos grandes como los buggies, es potestad solamente de los buggies 4×2 el inflado y desinflado de neumáticos desde dentro de los habitáculos con vehículos en marcha. «El equipo que encuentre definitivamente el mejor balance va a tener una muy buena puesta a punto entre no pinchar y tener un auto con mucho grip. Nosotros, a priori, tenemos los registros de presión de los tableros que están ‘truchados’ para que la gente que está buscando esa información encuentre información incorrecta, y se invirtió mucho tiempo en eso«, reconoció.
Al terminar las primeras pruebas con el auto nuevo, fue contundente la comparación que los tres pilotos hicieron: «Lo primero que dijimos con Loeb y Nani es ‘cómo se venían riendo los buggies de nosotros’. Porque las ruedas y la suspensión golpean menos a lo físico«. De todas maneras, hay otras cuestiones a las cuales adaptarse, no siempre buenas: «También es más pesado y frena distinto, le falta un poquito de motor y se siente la masa del peso. Es raro porque tiene las sensaciones de un WRC por la doble tracción y en la distribución de peso pero a su vez es blando como un buggy«.
Está claro que Prodrive no es un clásico equipo como aquellos que incorporan jaulas antivuelco y un kit comprado a algún desarrollador ya probado, sino de una experiencia propia con base en la conjunción del riguroso control de ingenieros en laboratorios con la capacidad de transmitir sensaciones por parte de sus tripulaciones. «Es una situación muy nueva que nunca había vivido, con una rigurosidad técnica tremenda«, advirtió Terranova al continuar este diálogo.
«Las imágenes de las pruebas con arena [ver video al final de la nota] son de una Universidad con la que hicieron un convenio para estudiar las ruedas, que ahora tienen mucho que ver en el auto por el nuevo reglamento. La forma de trabajo y el grupo humano es increíble, les corre por la sangre la pasión por el motorsport«.
Asegura Terranova que el equipo «ha hecho todo» lo necesario y posible en desarrollar el auto nuevo. Terminar el trabajo «le queda a las tripulaciones«.