Lluvias torrenciales, niebla espesa y carreteras cubiertas de hojas húmedas fueron solo algunos de los desafíos que enfrentaron los equipos en el primer día completo de acción en la final de la temporada 2023. La supervivencia era el objetivo del juego y, mientras varios de sus rivales flaqueaban, Evans apenas cometió un error.
Un ligero exceso en el segundo tramo del día no impidió que el galés llegara a la asistencia del mediodía con 26 segundos de ventaja sobre Thierry Neuville, su principal competidor por el segundo puesto en el campeonato de pilotos de este año.
Neuville, ganador del evento de 2022, respondió por la tarde reduciendo la ventaja de Evans a más de la mitad con una carrera vertiginosa por el Túnel 2 de Isegami. Pero su remontada se vio truncada cuando estrelló su Hyundai i20 N Rally1 contra un árbol en la primera esquina de la siguiente prueba.
El belga no fue el único piloto que se vio atrapado por las condiciones y se unió a su compañero de equipo Dani Sordo, así como al estrella del M-Sport Ford Puma, Adrien Fourmaux, en la lista de abandonos después de que ambos pilotos abandonaran la carretera en el mismo lugar en el TC2.
Evans quedó claro en la cima de la clasificación y, con dos de sus rivales de Hyundai fuera, encabezó un bloqueo del podio del GR Yaris para Toyota Gazoo Racing.
Después de la desaparición de Neuville, Sébastien Ogier se convirtió en el rival más cercano a Evans, aunque el ocho veces campeón del mundo admitió que alcanzar a su colega sería una tarea difícil.
Ogier se deslizó hacia un lado contra una barrera en el TC5, pero pudo continuar con una mínima pérdida de tiempo. El impacto, sin embargo, dañó el chasis de su Toyota. Recibió una penalización de un minuto ya que las reparaciones requeridas le hicieron salir tarde del último servicio del día.
El recién coronado campeón del WRC, Kalle Rovanperä, que iba primero en la pista, se vio obstaculizado por las hojas persistentes, por lo que adoptó un enfoque cauteloso mientras trazaba una línea más limpia para los que estaban detrás. La constancia del joven de 23 años dio sus frutos, ya que terminó el día sin errores en la tercera posición de la general, a sólo 16,7 segundos de Ogier.
Toyota podría haber disfrutado de una copa limpia de las cuatro primeras posiciones si no fuera por un error de Takamoto Katsuta en la misma curva que sorprendió a Sordo y Fourmaux.
Su coche rozó un árbol y sufrió daños en el radiador, pero la estrella local pudo volver a la asistencia tras completar la etapa en modo EV y realizar reparaciones en el tramo de enlace.
Ese incidente, combinado con las penalizaciones de tiempo o la tardanza después de su reparación en la carretera, le costó a Katsuta más de cuatro minutos. Como resultado, languideció en el noveno lugar, aunque los tres tiempos de referencia que marcó a lo largo del día fueron señales claras de lo que podría haber sido.
Tal fue el ritmo de desgaste que el campeón de WRC2, Andreas Mikkelsen, al volante de un Škoda Fabia RS con especificación Rally2 inscrito en Toksport, acabó cuarto en la general. Detrás de él estaba Grégoire Munster, también compitiendo con maquinaria de Rally2.
El aspirante a la serie WRC2 Challenger, Nikolay Gryazin, llevó su Toksport WRT3 Fabia a casa en un impresionante sexto lugar en la general, por delante de Esapekka Lappi, quien luchó por ganar confianza en su Hyundai i20 N.
