«La batalla con el auto fue intensa. Rebotaba tanto que hubo veces en las que casi choqué contra la pared, por lo que era una preocupación, en cuanto a la seguridad». Esas fueron las palabras de Lewis Hamilton tras el Gran Premio de Fórmula 1 disputado el pasado domingo en Azerbaiyán, donde la imágen del día fue tal vez las expresión de dolor que el 7 veces campeón mostró al bajar de su Mercedes.
El Porpoising o rebote del auto sigue siendo una cuestión a resolver tanto para la escuadra campeona como para otras, y Hamilton lo manifestó con sus molestias físicas, más allá del impacto en el rendimiento del auto.
Norberto Fontana, con su experiencia, y sabiendo lo que se siente al manejar un Fórmula 1, se hizo eco del tema y se explayó con conceptos muy claros en la tira diaria de Campeones.