Uno de los momentos más impactantes que se vivieron en la Fórmula 1 en los últimos años fue sin lugar a dudas el accidente de Romain Grosjean en el GP de Bahrein en 2020, cuando perdió el control de su auto e impactó con las barreras de contención causando un gran incendio y daños estructurales del monoplaza que hacían pensar lo peor.
Sin embargo, también es recordada la manera en la que salió rápidamente de la escena para ser atendido por los rescatistas que estaban llegando al lugar. Eso le causó algunas heridas que le impidieron correr las últimas dos carreras de la temporada, por lo que en su lugar estuvo Pietro Fittipaldi.
Toto Wolff al mano del equipo Mercedes le prometió al galo que ese no sería su último día a bordo de un coche de fórmula 1 y que tendría la posibilidad de pilotar una vez más. Pese a las intenciones, lo que iba a suceder en el GP de Francia el año pasado no pudo ser, ya que coincidieron los calendarios de F1 e Indy, aunque eso no será un impedimento para volver a intentarlo esta temporada.
Grosjean reveló que se contactó con Wolff unas semanas más tarde del último GP de Abu Dhabi: «Envié un mensaje a Toto después de Abu Dhabi, pasaron unas semanas y envié un mensaje a Toto, y me contestó. Empezó con un ‘Gracias’, y la última frase fue ‘Tenemos que ponerte en el coche de este año’. Sí, sigue adelante, el año pasado algunas cosas no fueron fáciles«.
Al igual que lo acontecido en 2021, en 2022 también se superponen los calendarios y no podrá estar en la carrera a disputarse en su país: «Este año no puedo estar en el GP de Francia porque corremos en el mismo fin de semana en Iowa«.
De todas maneras, no se desalentó y sabe que en algún momento esa prueba se concretará: «Estoy seguro de que Mercedes quiere hacerlo, aunque mi cuello se resienta, porque he perdido algo de músculo ahí. Puedes preguntar a Pato (O’Ward) qué le pasó (con McLaren en Abu Dhabi), pero seguimos queriéndolo hacer y, si ocurre, genial«.