En el Autódromo Ciudad de Viedma, Alberto Juárez aprovechó un momento antes de que los Toyota Camry de Matías Rossi y Andrés Jakos salieran a la pista, para mostrar los puntos más importantes en los que se debió trabajar para emparejar al auto de la marca japonesa con las «históricas» marcas del Turismo Carretera.
La aerodinamia es, tal vez, el rasgo más notorio que lo diferencia del resto y por ese motivo se buscó darle mayor carga en algunos sectores de la moderna carrocería. «La inclinación del parabrisas tiene un empalme prácticamente perfecto con el techo, por ese motivo, para aumentar la resistencia al avance, en principio lo complicó la trompa. Además se han agregado 5 milímetros de altura. El auto es más alto que el resto y en consecuencia, tiene mayor resistencia al avance por área», explicó el ¨Profe¨, que también se refirió a la mayor angostura en relación a los demás y la estrecha cola que presenta el Camry.
En Viedma, tanto Rossi como Jakos probaron por primera vez el funcionamiento del auto en competencia, midiéndose con otros autos a la par y aunque tuvieron un comienzo complicado, al final pudieron completar el total de la actividad de la primera fecha; se podría decir que cumplieron con la primera meta, tanto del equipo como de los pilotos.
En su primera clasificación quedaron prácticamente uno detrás del otro, en los puestos 42° (Jakos) y 44° (Rossi), a 1s740 y 1s841 del poleman Mauricio Lambiris. Luego Rossi fue 15° en su serie (2da) y Jakos 11° en la suya (3ra).
El de Del Viso, quien retornó a la categoría luego de dos años de ausencia, partió desde el puesto 38° en la final y avanzó 20 lugares hasta terminar en el 18°, a poco más de 7 segundos del vencedor Juan Bautista De Benedictis. Por su parte, el de Ramos Mejía la tuvo más complicada, con un par de toques en el comienzo. Partió desde el puesto 31° y llegó 27°, a una vuelta.