Como es de público conocimiento, el automovilismo es un deporte netamente ligado – y dependiente – del preuspuesto, es decir, de la economía que pueda presentar el piloto y/o el equipo.
La segunda fecha del Turismo Carretera, desarrollada en Neuquén, dejó con un sabor amargo a Ricardo Risatti, quien venía con un gran fin de semana hasta que recibió un toque por parte de Juan Martín Trucco (excluido por tal maniobra) y, posteriormente, fuera impactado sin intención por Marcelo Agrelo. El Chevrolet sufrió daños importantes, entre ellas, en la parte trasera de la unidad.
En tiempos «difíciles» en cuanto a lo económico, es para destacar el gesto del piloto de Tres Algarrobos, quien se hizo cargo de los arreglos que demandó la reparación de la Chevy en el LRD Performance para llegar en óptimas condiciones a Toay, donde el de Laboulaye coronó con un gran octavo puesto en la final.
A través de sus redes sociales, ‘Caito’ hizo de forma pública la ‘mano’ que le extendió el representante de Dodge para afrontar el trabajo en cuestión: «Habla a las claras la clase de persona que es».