Si bien solo corrió en cinco Grandes Premios entre 1954 y 1955, logrando tres triunfos en su debut en Reims, y en las dos carreras de Monza que se disputaron en el circuito con el óvalo de alta velocidad, todas bajo la conducción de Juan Manuel Fangio, el Mercedes W196 Streamliner que diseñó Hans Scherrenberg quedó en la historia del campeonato mundial de Fórmula 1, por su particular carrocería que envolvía a las ruedas, simulando un auto de sport y generando una mejor aerodinámica.
Con esa unidad, Fangio además celebró triunfalmente los dos títulos que consiguió en dichas temporadas con la marca de la estrella de tres puntas y que alternó con las otras «Flecha de Plata» con ruedas a la vista, bajo la dirección deportiva de Alfred Neubauer, el primer estratega que tuvo el automovilismo mundial, y que cerró el primer ciclo de Mercedes en Fórmula 1, consiguiendo en el certamen de 1955 el «1-2» junto a Stirling Moss.
Este fin de semana, dicho coche -que se encontraba desde 1965 bajo la custodia del Indianapolis Motor Speedwary Museum- volvió a marcar un hito al ser vendido como el auto histórico de F1 más valioso, tras la subasta que se realizó a través de la casa RM Shoteby’ss, y por el cual se pagó 51,16 millones de euros, quedando detrás del modelo SLR Unlenhaut Coupé de 1955, que también condujo Fangio en las 1000 Millas Italianas.
Con respecto a los autos de F1, coincidentemente también Mercedes ha marcado las ventas más caras, con la versión sin carenar de la W196 de 1954 (23 millones de euros) y el W04 que usó Lewis Hamilton en 2013 (cotizado en 17 millones de euros).