La llegada del hijo de Michael Schumacher generó mucha expectativa desde el primer momento cuando firmó su acuerdo con el equipo Haas. Sin embargo, a lo largo de todo el 2021 el auto no pudo mostrar una buena versión y tanto Mick Schumacher como Nikita Mazepin tuvieron problemas para demostrar por qué estaban corriendo en la F1.
Pese a eso, el campeón de la F2 en 2020 reveló que el hecho de tener un contrato para este año con el equipo norteamericano le facilitó el trabajo: «No ha sido más difícil, creo que ha sido más fácil de lo que esperaba, para ser sincero. No había esa presión de tener que decir ‘¿qué vas a hacer el año que viene?’«.
Además, relató cómo fue su primera temporada: «Es como si, si cumples la mayor parte del tiempo, tendrás un asiento para el próximo año. Así que todo depende de uno mismo en realidad. No hay nada del exterior que pueda influir en esa decisión realmente«.
Lógicamente, quien fuera un piloto de punta en los últimos años antes de llegar a la F1 reconoció que «habría disfrutado de tener esa presión de anotar puntos cada fin de semana, estar ahí arriba y luchar«.
«Obviamente te hace ver las cosas de otra manera que si siempre conduces en la parte de atrás. Claro que la gente que conoce y entiende este deporte verá lo que hago. Pero para la gente que no está tan metida en el tema me verán conduciendo detrás y se preguntarán por qué, porque me han visto ganar campeonatos antes«, explicó. Y finalizó: «Así que es un enfoque un poco diferente. Pero ha sido bueno para nosotros. El año que viene creo que habrá muchas cosas buenas«.