Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Natalia Mouras: La marca eterna de su papá

Dedicada a la actuación y ya con un extenso recorrido en obras teatrales, la hija de Roberto habló con Campeones sobre su lindo presente y con el recuerdo permanente de su padre.

Sus días intensos, repartidos entre el teatro, la familia y la pequeña Ana de 1 año y medio, no impiden que Natalia Mouras a cada momento tenga presente a su papá, el recordado Roberto José Mouras, “Coco” o el “Toro”, como todos lo conocían en los boxes ruteros de Turismo Carretera.


“Tengo contacto con algunos pilotos de aquella época, con Pincho (Castellano) suelo cruzarme en algún autódromo. Fue un rival tremendo de mi papá, como familia se sufría lo que pasaba en aquel momento, pero siempre que lo veo tiene los mejores recuerdos, me dice que mi papá siempre iba a fondo”, recuerda Natalia con una sonrisa.


Con el paso de los años, tras aquel fatídico 22 de noviembre de 1992, fueron saliendo a luz las buenas obras de caridad que Roberto Mouras realizaba sin ningún tipo de interés, y que incluso él no quería que se supiera.

“Es mi orgullo. Tenía un corazón enorme, además de ser un gran profesional. No lo hacía para mostrarse, él pensaba en ayudar a la otra persona”, señaló la hija de Roberto, que con lindas palabras resaltó que “a cada persona que se le acercaba le dedicaba un tiempo, no era un saludo y nada más».

Natalia hizo su debut actoral profesional en el teatro Empire, en la obra “El aumento de sueldo”. Formada en canto y en danza en el estudio “Los protagonistas”, también fue parte de musicales como “La Celia”, en el Maipo, “El diluvio que viene”, en el Nacional, y “Ana Frank” en el museo del mismo nombre.

“Drácula”, el musical, la mantiene actualmente con intensa actividad recorriendo el país, y preparando la temporada de verano en Mar del Plata. Natalia empezó a estudiar teatro a los 8 años, 1 año después del fallecimiento de su papá cuando ella apenas tenía 7. Su mamá Alicia Sozzi decidió llevarla a clases de actuación y allí empezó su camino hacia lo que hoy es su amada profesión.


“La actuación en parte se asemeja a un deportista porque hay que cuidarse mucho para actuar, hay que entrenar, preparase y no lesionarse. La obra dura casi 3 horas con uno arriba del escenario, bailando y actuando. Lleva mucho trabajo previo y posterior. Hay que descansar y cuidarse mucho”, resalta Natalia.

Roberto Mouras en el corazón de Natalia: “Fueron 7 años con un montón de cosas junto a él, disfruté mucho a mi papá. Fueron años muy felices. Iba al supermercado con él, jugaba con los changuitos como si fueran autos. Mi papá era lo máximo. Lo pude aprovechar y disfrutar un montón, eso me pone feliz”.

 

Archivado en

Compartir en tus redes sociales

Facebook
Twitter
Pinterest
Telegram
WhatsApp
Email