El 12 de enero de 2015 se conoció la triste noticia del deceso de Omar Wilke, eximio preparador de Turismo Carretera y maestro docente y de varios de los motoristas que han heredado sus conocimientos y los aplican en cada desarrollo que realizan.
Wilke formó durante varios años dupla con Jorge Pedersoli,tras haberse conocido en las instalaciones de General Motors en la planta de San Martín; con él consiguieron los títulos de Oscar Espinoza, en el primer certamen bajo la autofiscalización de la ACTC y lográndolo con Chevrolet (1979/1980) y los tres campeonatos consecutivos con Roberto Mouras, conseguidos con Dodge entre 1983 y 1985.
A fines del campeonato de 1986, Wilke y Pedersoli anunciaron su separación. Tras ello, se estableció en el taller del pasaje Torino, a metros de la avenida San Martín (hoy Baeza de Corini), y continuó aportando sus motores a diferentes pilotos de TC y desarrollos para diversas categorías.
En 1993 fue convocado por Jorge Trepat, para que le atienda el motor al Ford de Wálter Hernández, y junto a Héctor Giambrone conformaron una escuadra contundente que consiguió el cetro para el piloto de Comandante Nicanor Otamendi con victorias en el circuito de La Plata y en la Base Aérea de Morón.
Como permanente recuerdo a su nombre, el Colegio Industrial de Olavarría denominó al laboratorio de mecánica adonde Wilke fue convocado para inaugurarlo con el corte de cintas, dejando un mensaje a los futuros ingenieros y recibiendo un pergamino conmemorativo y el afecto de los presentes.
Omar fue respetado y admirado porque enseñó sus conocimientos mecánicos generosamente, y colaboró para que sus discípulos puedan destacarse con sus propias preparaciones y conseguir resultados importantes, legado que se extiende hasta la actualidad con resultados en la categoría que siempre lo tuvo como uno de sus referentes, el Turismo Carretera.