Daniel ‘Pilo’ Estigarribia cumplió un paso importante para el equipo familiar que lidera con el Prototipo Nissan con motor Corvette de la clase T1.2 en el South American Rally Race 2024. El pinamarense viajó hasta Santiago del Estero para el comienzo de la carrera que luego continuó por Catamarca y La Rioja entre el 1 y el 10 de febrero, con un excelente balance.
«Lo positivo es haber sido el mejor de los argentinos durante los primeros días e ir ganando la categoría«, remarcó Estigarribia a Campeones luego de volver al taller de la Costa Atlántica. «Estamos todos muy contentos con el tercer puesto, sabiendo que cuando el auto anda se ganan etapas«, insistió, pues buena parte de la competencia que convocó a pilotos de la región lo tuvo entre los protagonistas.
Destacó ‘Pilo’ que el vehículo estuvo «dócil para manejar» pero advirtió que se harán reformas «como ponerle cremallera de Toyota o Ford Ranger para que quede más manejable, ya que está muy largo y cansa«. Con la buena tarea de Pablo Rabasa en la navegación, se llegó a buen puerto a pesar de los desafíos de la carrera. «Se aprende mucho de su experiencia, tanto como con Mayco Martínez, con quien corrí el año pasado«, afirmó Estigarribia, quien también reseñó la tarea de la organización de la carrera en tiempos de economía difícil.
El auto viajará a Necochea para que Germán Botan realice un repaso en el embrague, tras lo cual quedará listo para volver a largar. Por último, el representante de Pinamar agradeció a la gente que lo apoya «como el motor preparado por Laboritto, los palieres de Maffey y las publicidades como Cremascotas, Martín Zacarías 4×4 y Neumáticos los Melli«.
«A pesar de que no hicimos un par de etapas, estamos muy contentos porque la idea era saber dónde estaba parado en comparación con el resto. Lo mismo con el auto, que fue armado por Martín Zacarías y va muy bien. Creo que vamos por buen camino, el motor está bien y tenemos que trabajar con el embrague. En el día de descanso mi hijo y mi señora viajaron a Córdoba a reparar el embrague y el resto del equipo revisó el auto íntegramente. El equipo trabajó mucho, cada cual en lo suyo y funcionó todo muy bien. Martín Redondo con su hijo, junto a Nahuel, quien lo ayuda, revisaron el auto como todos los días. La adrenalina habitual de un equipo familiar»
