En la próxima temporada, la Fórmula E llegará a Brasil, algo que surgió durante el fin de semana en Montecarlo, donde los líderes de la serie eléctrica firmaron un acuerdo para correr en San Pablo en marzo de 2023 en el área del sambódromo de Anhembi, donde previamente, entre 2010 y 2013 el IndyCar estuvo presente. El contrato, en el que participa la administración municipal, tendrá una duración de cinco años «con opción a renovación», según lo anunciado por los organizadores.
«El país tiene una gran pasión por el automovilismo desde larga data, es un gran mercado y San Pablo en sí mismo es un lugar histórico», comentó Alberto Longo, director ejecutivo de Fórmula E. La principal referencia, obviamente, es el circuito permanente de Interlagos, sede del Gran Premio de Fórmula 1 y ubicado en plena metrópolis paulista.
Brasil brindó nada menos que dos campeones a la Fórmula E en su corta historia, algo así como un pequeño récord: Nelson Piquet Jr, ganador de la edición inaugural 2014-2015, y Lucas Di Grassi, que ganó en 2016-2017 y sigue presente con Venturi. Actualmente hay otro «carioca»: Sergio Sette Camara, del equipo Dragón.
En el pasado, ya se habían hecho otros intentos para llevar la Fórmula E a territorio verdeamarello. Se suponía que San Pablo albergaría una carrera en 2017-2018, pero el proyecto se abortó después de varios retrasos debido a obstáculos burocráticos. En 2019, sin embargo, se intentó montar un evento en Río de Janeiro, con la participación del propio Piquet Jr y el apoyo del presidente Jair Bolsonaro, pero tampoco prosperó.
El calendario de la próxima temporada, aún por definir en su totalidad, ya incluye tres nuevos destinos: además de Sao Paulo, también estará la cita la india en Hyderabad y la sudafricana en Ciudad del Cabo, a las que se debía sumar Vancovuer, donde se competiría por primera vez en julio, pero el E-Prix fue cancelado recientemente.
