“Yo digo que la humanidad, la técnica y los autos avanzan en todo el mundo, el TC tiene que avanzar. Estaremos viviendo una etapa más como las que ya hubo, es una evolución lógica a los tiempos”. La reflexión es de Oscar Castellano, tricampeón de Turismo Carretera, siempre con un pensamiento analítico y con motivos para expresarlo sobre la llegada de los nuevos modelos a la categoría más popular del país.
“Lo que un poco pega como no conocido son las líneas de los autos. Es porque como país perdimos ese contacto de los autos nuevos que había en el mundo, que en su momento los teníamos con los Ford, Chevrolet, Chrysler, GTX o el mismo Torino. La actualización será con autos que no conocemos, eso un poco choca, pero habrá que acostumbrarse”, se explayó “Pincho” sobre el destacado tema de estos días.
El regreso de Oscar Castellano a los boxes del TC no fue solamente por Buenos Aires, ya que su hijo le realizó un pedido especial, y así “Pincho” dejará de lado momentáneamente su “retiro”.
“Es muy importante que esté él, no solamente como padre, también para todo el grupo. La otra vez veníamos volviendo de la prueba de Olavarría y le dije: ¿no te animás a hacer un último baile?, para ver si me acompañaba en las últimas fechas del campeonato. Le costó un poco al principio, me dijo que hacía años que había dejado de bailar, pero que aceptaba, ya está preguntando como vamos a San Luis”, contó Jonatan Castellano.
“Sabemos que tiene una capacidad, una genialidad, donde su ojo clínico aporta mucho estando, mirando, y si tiene algo para decir lo dice, caso contrario se mantiene al margen, pero solamente su presencia hace que todos estemos más atentos”, destacó “Pinchito” sobre el acompañamiento de su padre.
PINCHO: BUENOS AIRES… EL TEMPLO DE LA VELOCIDAD
Oscar Castellano también destacó el regreso del TC al “Oscar y Juan Gálvez”, el mismo autódromo donde ganó 5 veces (1986, 3 veces en 1988 y en 1990), y el mismo escenario donde el 15 de diciembre de 1990 se retiró como piloto.
“Está lindo, hacía falta la presencia del TC en Buenos Aires. Siempre fue muy rápido, más rápido que Rafaela cuando perdió el encanto que tenía la chicana 1, hoy Rafaela es acelerar y frenar, el templo de la velocidad hoy es Buenos Aires, un trazado tan viejo como lindo, tan eficaz para todo el desarrollo de los autos”, expresó Castellano sobre el “Oscar y Juan Gálvez”, que el pasado sábado tuvo un promedio record de velocidad en autódromos de 224,739 Km/h, establecido por Marcos Quijada al momento de clasificar.