«El automóvil no está tan dañado, pero el neumático y las ruedas han sido empujados hacia el monocasco, y el monocasco está demasiado deformado para ser reutilizado«, expresó Pascal Vasselon, director técnico de Toyota Gazoo Racing en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), sobre los primeros daños chequeados en el coche N°7, tras el despiste y vuelco que protagonizó José María López, al cumplirse 110 vueltas de las 1.000 Millas de Sebring, el viernes pasado.
«Solo planeábamos cambiar la parte delantera. Cuando José volvió a la pista, realmente el auto estaba bien. Intentó regresar lo más rápido que pudo, obviamente demasiado rápido, porque cuando alcanzó los 250 km/h perdió la carga aerodinámica delantera y por eso se fue«, explicó Vasselon sobre el incidente que tuvo el argentino.
«José no sintió un gran impacto. Dijo que el auto se sentía muy seguro, lo cual es bueno escuchar. Fue impresionante que no hubo más daños en el auto«, resaltó el director de Toyota Gazoo Racing, que junto al resto de los ingenieros en las instalaciones del equipo en Colonia (Alemania), se abocan en hacer los últimos chequeos y decidir si habrá otro chasis para López, Mike Conway y Kamui Kobayashi en las 6 horas de Spa-Francorchamps, el 1° de mayo.