El 7 de septiembre de 1958 es un día que marca la vida de Carlos Alberto Legnani, fue el domingo donde comenzó a cristalizar sus sueños, los que estuvieron en él desde muy pequeño. “Ese día volví a ser el niño que relató la Vuelta de Winifreda en aquellas tardes de fantasía”, rememora “Caito”, que daba sus primeros pasos en el periodismo y relato.
En 1958 Carlos Alberto Legnani fue convocado por Ortega Moreno para ser el relator de uno de los puestos móviles en la “Vuelta de Tres Arroyos”, lo que sucedió el 7 de septiembre. “Había sido mi objetivo desde que entré a la radio, pero no esperaba que se me cumpliera tan rápidamente. Es más, había otros periodistas novatos que estaban desde antes que yo en la emisora, pero vaya a saber por qué Ortega Moreno me había elegido”, recuerda Carlos Alberto Legnani.
“Yo no lo podía creer, todo me parecía un sueño. En el debut como relator compartí una charla con Oscar Gálvez, el ídolo de mi niñez, era demasiado para un joven de 19 años”, describe Carlos Alberto Legnani en su libro “50 años de automovilismo”.
“El Puesto Móvil que me correspondía era el de La Rueda en Benito Juárez, en la terraza de una YPF, cerca del clásico cartel de ‘Bienvenidos’ que flameaba sin parar, impulsado por el viento frío que me cortaba la cara».
¡Atención, atención! En el puesto de La Rueda el compañero Carlos Alberto Legnani, en minutos los punteros estarán por allí. Ortega Moreno a viva voz me pasó la transmisión. “¡Por aquí pasa Oscar Alfredo Gálvez, impresionante! Traté de relatar el paso de todos los autos con el mismo entusiasmo. Procuré descubrir las escenas que veía como si fueran postales. Sentía que estaba en mi ambiente, que pertenecía a un ámbito, el mismo que me sigue cobijando”.
“Ese espíritu que tuve en mi debut fue el que intenté llevar adelante en los próximos 50 años, uno de los sellos distintivos de Campeones”. Palabra de Carlos Alberto Legnani.