Un sueño de IndyCar con raíces argentinas: Alessandro De Tullio y una carrera en ascenso

La categoría norteamericana es de las que más prestigio tiene a nivel mundial, conocida por la potencia de los monoplazas, el nivel técnico y la calidad de los pilotos.

Alessandro De Tullio es nacido y criado en Miami, Estados Unidos pero con tanta sangre argentina como cualquier nativo. Siente al país como propio, y siempre se rodeó entre el ambiente relacionado con el país: «Mi papá y toda la familia de él es argentina-italiana, mi mamá es cubana. Yo desde chiquito corrí siempre en karting con equipos argentinos. Hasta los 12 años estuve solo con conjunto argentino, en Estados Unidos. Viajaba con los mecánicos, con el dueño, que eran argentinos. Era el AM Racing, que es donde también corrió Colapinto», expresó Alessandro en Campeones.

Su carrera siempre estuvo ligada al esfuerzo y al sacrificio, tanto en lo económico como en lo personal: «También corrí un poco con SLA Karting y después de ahí Ariel, que es el dueño de AM, tuvo que cerrar el equipo y se empezó a dedicar solamente  a los motores. Entonces yo me quedé sin nada, pero por suerte cayó un equipo francés, con una marca italiana que era Parolin, y ellos me empezaron a pagar todo para correr».

Los resultados no tardaron en llegar, así como los nuevos aires y desafíos. Saltó a Intrames, otro equipo argentino que lo cobijó y lo llevó a probar en autos: así desembarcó en la USF Pro 2000, que es la categoría inmediatamente previa a Indy NXT dentro del camino oficial hacia IndyCar. «Competí en circuitos permanentes, callejeros y un óvalo del calendario norteamericano y pude demostrar mi velocidad con 4 victorias, 7 podios y muchas carreras en el grupo de adelante. Fue un año muy importante para mí, no solo por los resultados, sino porque me permitió afirmarme como uno de los pilotos jóvenes competitivos de la categoría y ganar la experiencia necesaria para dar el siguiente paso», expresa Alessandro.

«A la mitad de la temporada tuvimos un problema con el auto, en el diferencial, estaba roto de una manera que es muy difícil de ver, pero se sentía raro el auto. Y con eso sufrimos 2 o 3 fines de semana, hasta que el equipo encontró el problema, lo cambiamos y empezamos a andar bien otra vez en las últimas 2 carreras.  En Toronto volví a ganar y después en Portland quedé segundo»

La «escalera» a la Indy

Este año, tuvo tests con autos superiores que resultaron fundamentales para su futuro: «En el primer día en Indianápolis, usé la tanda de la mañana para ir conociendo el auto. Después en la tarde, empecé a tirar más, pusimos gomas nuevas. Quedamos quintos y delante de todos los compañeros de equipo. Estaban Enzo Fittipaldi, Víctor Martins, Juan Manuel Correa, todos pilotos muy conocidos y les quedamos adelante en mi primer día. Al auto me acostumbré rápido. Después fuimos a Barber, una pista que no había manejado desde el 2022».

Gracias a sus pergaminos y a su nivel conductivo, se ganó el lugar en el próximo año en Indy NXT, un escalón más cerca de la IndyCar, con AJ Foyt Racing en alianza con HMD Motorsports. «Es un equipo con un nombre gigante, muy conocido, con mucha historia. Es increíble, también estuvo en la Indynex hace muchos años y terminó yendo solo a IndyCar. Ahora volvió a IndyNXT y es conmigo«, contó orgulloso.

El joven de 19 años que tiene como referentes a Alex Palau, Max Verstappen y Fernando Alonso y reconoce el trabajo de Franco Colapinto en la Fórmula 1, aclaró cómo será manejar un auto de este calibre: «El IndyNXT es un autazo, otro nivel. Es mucho más grande, más ancho y tiene las gomas grandes con otro compuesto. Se usa Firestone, que es igual a Indy. El motor son aproximadamente 480 caballos, más 20 del Push to Pass. Tiene alerones más grandes, así que posee mucha más carga y más potencia. Es turbo, las gomas son grandes, así que hay mucho más grip».

 

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