“Me equivoqué, me ganó el entusiasmo, quería ganar la carrera, pero sirve para aprender”. Absoluta sinceridad lo que reflejó Agustín Canapino dialogando con Campeones, luego de un sábado y domingo muy particular en el óvalo de Iowa.
Es que por primera vez desde que comenzó esta gran aventura de IndyCar, el argentino sintió que estaba para grandes cosas. El golpe mínimo contra el paredón lo impidió, aunque quedarán grabados los sobrepasos y el gran desempeño que cumplió con el auto del Juncos Hollinger Racing.
“Había quedado 25 en la largada y luego empecé a pasar autos y ganar en confianza, había mejorado el auto para el domingo. Tomé mucha confianza con el óvalo y con el auto, ya en la primera carrera se podía llegar más adelante”, expresó el argentino sobre la experiencia en Iowa.
“El domingo el auto volaba. En tanques llenos fui tercero con gomas usadas. Empecé a ir a un ritmo tremendo pasando a los principales pilotos, lamentablemente cometí ese pequeño exceso. Toqué lo sucio y me fui contra la pared, es parte de estas carreras y lo tengo que aprender. Me da pena por todo lo que se había hecho, venía todo dado para lograr un gran resultado”, describió Canapino sobre la segunda carrera del fin de semana.
“No me puede volver a pasar y quiero revancha. Ya no me alcanza con un top 15, el domingo estaba para pelear. Rosenqvist salió cuarto, Palou tercero y los había pasado, me duele porque era la posibilidad de plasmar un gran resultado”.