Sumada a la estricta y cargada agenda nacional e internacional, el automovilismo también tuvo actividad el pasado domingo en el ‘Coliseo porteño’, ya que allí se llevó a cabo la reinauguración del Autódormo «Oscar y Juan Gálvez».
El evento comenzó cerca de las diez de la mañana y la entrada consistió en la colaboración de un alimento no perecedero, los cuales fueron destinados a un comedor de la provincia. Las tribunas se vieron repletas y los aplausos bajaron al momento del paso de vehículos que marcaron la historia del deporte motor.
José Ignacio Savino, ex piloto del Turismo Carretera y actual dueño de equipo, se dio el lujo de cerrar el espectáculo al mando del Williams FW07, aquel que corriera Carlos Alberto Reutemann en la temporada 1980 de Fórmula 1.
«Lo que viví ayer es inexplicable. No soy muy demostrativo, pero cuando bajé del auto empecé a temblar y tenía muchas ganas de llorar. No presencié la época del Williams, pero fui un amante de lo que hacía Lole».
Nacho, quien fue avisado una semana antes que iba a conducir el monoplaza, destacó que hizo dos vueltas de calentamiento para luego hacer cuatro giros en el circuito número 8, tal como estaba estipulado. Con respecto a las obras que se desarrollaron en el trazado capitalino, que se estrenarán con la visita del TC y TC Pista el 19 y 20 de agosto, el oriundo de Mataderos opinó: «Quedó excelente, no hay ningún salto, y haberlo visto lleno de gente me encantó».
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