Agustín Canapino describe con total naturalidad lo que siente, lo que vive y las experiencias que le está tocando atravesar dentro de IndyCar, un desafío que se presentó en su vida a la misma velocidad que los grandes logros que ya ha conseguido en el automovilismo. Apenas un mes y pocos días han transcurrido de su inolvidable debut en la categoría estadounidense, pasando luego por la prueba que lo habilitó a correr en un óvalo, posteriormente la primera experiencia en ese tipo de trazados con la gran carrera en Texas, la exigencia de Long Beach y ahora el test en Indianapolis.
“Pude dar las primeras vueltas en el óvalo, hay que tomarlo con calma y el riesgo es altísimo”, contó Canapino en el diálogo exclusivo con Campeones en la tira diaria que se emite cada mediodía por Campeones Radio.
El arrecifeño ya había experimentado en Texas lo que es transitar un óvalo, aunque esto lo describió como algo distinto. “Son diferentes, el de Texas es una locura en cuanto a peralte y fuerza G, el auto va más agarrado. El Indianapolis el auto va más suelto y hay menos peralte, además se usa carga respecto a Texas, acá necesitás más soporte aerodinámico”.
Canapino destacó que disponen “de una telemetría muy amplia, tenemos muchos datos para analizar, es todo nuevo, así que día a día aprendo un montón. Soy un trabajador constante, estoy todo el tiempo pensando y analizando, todo lo que siempre apliqué ahora es al cuadrado, estoy en un nivel súper profesional, por momentos sufro el proceso porque el riesgo es altísimo, pero busco superar mis propios límites”.
SENSACIONES DE INDIANAPOLIS Y LAS VELOCIDADES EXTREMAS
“Transitar a más de 370 kilómetros en los curvones. Al principio me costaba mucho y me mareaba. Tenés el Aeroscreen adelante y la visión no es perfecta, ahora ya me acostumbré. Los autos vibran y te perdés, con el paso de las vueltas vas tomando referencias, ex extremo total, por eso tiene tanta mística”.
“Las curvas de Indianapolis son completamente diferentes, cambia el tránsito según el viento. También entendí porque se pegan en la curva 2, la cual tiene ondulaciones en el ingreso. En el mapa parecen todas las curvas iguales, pero en detalle son totalmente diferentes”.
“Estoy muy enfocado en la preparación, es mucho más que cumplir un sueño, venir a ver las 500 millas era un sueño, imagínate correrlas”, describió con un sentimiento muy especial Agustín Canapino.
