Jack Doohan demostró en pista cómo callar rumores, desarrollando un trabajo acorde a lo que se exige a un piloto de Fórmula 1 en el circuito de Sakhir. Esto lo aprovechó el jefe de la escuadra, Oliver Oakes, para calmar los comentarios posteriores al GP de Japón y su accidente con el DRS abierto, que motivó el rearmado de un Alpine destrozado en las prácticas.
El quinto lugar de Pierre Gasly en clasificación y el séptimo lugar al concluir la competencia del domingo corroboró que el auto estuvo a la altura, en una pista conocida por numerosos kilómetros de ensayos. Aunque lejos de la referencia del box vecino, Doohan estuvo a casi un segundo de su compañero en la primera práctica pero se recuperó luego para superarlo en 159 milésimas al final del día. Fue mejor que Gasly en Q1 pero en Q2 estuvo la diferencia clara en favor del experimentado, uno 3° y el otro 11° sin poder pasar al último corte.
Para Oliver Oakes, director de Alpine, el australiano hizo las cosas bien: «Ha hecho un buen trabajo este fin de semana, en general«. Insistió en que «la FP2 en Japón lo tomó un poco desprevenido«, pero también realzó su tarea en Bahréin «sobre todo en la Q1 y la primera vuelta de la Q2«.
En cuanto a la carrera, respondió Oakes que «en los primeros stints lo estaba haciendo muy bien, creo que al final fue complicado porque el safety car hizo avanzar a todos«. Por último, «en cuanto a competitividad fue difícil con los autos alrededor, pero creo que ha tenido un buen fin de semana«. Frases para dar un apoyo que llega en el momento indicado, tras un fin de semana de recuperación y respiro ante tantos comentarios que se lanzan sobre las cláusulas de su contrato y los pilotos de reserva.
