Debe haber pocas imágenes más impactantes en la historia de la Formula 1, que aquellas de Jerez de la Frontera en 1990 con Martin Donnelly tirado en la pista tras ser despedido de su auto. Todos pensaron lo peor al ver semejante situación, pero milagrosamente el piloto británico salvó su vida.
El irlandés era protagonista en 1990 de una temporada irregular con muchos abandonos al frente del poco fiable Lotus 102 motor V12 de Lamborghini. El viernes 28 de septiembre, cuando faltaban ocho minutos para terminar la primera tanda de clasificación, apareció en pantalla una imagen terrorífica: el auto amarillo n°12 despedazado, un guardrrail destrozado y el piloto tirado en la pista como si fueste un títere desarticulado. El panorama era dramático y se vino a la memoria el fatal accidente de Gilles Vileneuve.