Luego de correr en las pistas de Austin y México, donde algunos sectores se habían reasfaltado, la Fórmula 1 llega al Gran Premio de San Pablo con un asfalto renovado en Interlagos en sus 4.309 metros y, además, la calle de boxes. Tras concluir el trabajo, se realizó la limpieza con agua a presión para eliminar el brillo exterior y dejar el agarre buscado en la superficie. Para más, es un fin de semana con carrera Sprint y menor adaptación a las pruebas libres y Pirelli decidió llevar a Brasil compuestos más blandos que el año pasado: desde el C3 (duro) al C4 y C5 (blando).
En Interlagos, las fuerzas laterales y longitudinales ejercidas sobre los neumáticos en las 15 curvas son consideradas de intensidad media a baja por el proveedor de neumáticos. Pero, la nueva superficie de la pista podría provocar una mejora de los tiempos y, en consecuencia, un aumento del estrés en ellos.
Estadísticamente, el fin de semana brasileño ofrece alta probabilidad de que salga el Safety Car a neutralizar la carrera así como condiciones meteorológicas extremadamente cambiantes. De todos modos, el ambiente está expectante también por el 30° aniversario del «Legado de Ayrton Senna» y, como ya ocurrió en Imola, se celebrarán eventos y homenajes en Interlagos.