Los trabajos en el recambio de motores que experimentará la Fórmula 1 en el 2026 no parece venir ‘viento en popa’ como se ha anunciado públicamente. Las declaraciones del director de monoplazas de la FIA Nikolas Tombazis acerca del buen rendimiento en las pruebas no coincide con lo comentado por los ingenieros de las escuderías puertas adentro.
Los renovados impulsores que estrenará la «Máxima» el próximo año estarían presentando inconvenientes incluso a una vuelta. Y de acuerdo a las pruebas de simulación realizadas la semana pasada, así planteada la situación los pilotos deberían gestionar la batería y cerrar una vuelta rápida sin aplicar toda la potencia que ofrece un Fórmula 1.
Este problema, planteado hace más de un año y tratado oportunamente en reuniones de comisión técnica, no vislumbra soluciones a menos de dos meses de hacer los primeros test de pretemporada en Barcelona. En otro encuentro se habría sugerido una variante porcentual en estos motores híbridos: del 50% de combustión interna y 50% eléctrico a una relación cercana al 60/40. El cambio resolvía la cuestión del «lift and coast» -esto es, desacelerar y continuar por inercia para ahorrar combustible-. Pero hubo un voto negativo que frenó el cambio y vino del proveedor que más ha avanzado en los nuevos impulsores: Mercedes.
La preocupación se hizo extensiva a los pilotos, quienes ahora enfrentan una mayor exigencia mental para esta gestión. Lo confirmó Charles Leclerc, siendo uno de los primeros, diciendo que eran «menos agradables» de manejar. Más político fue Alex Albon, pero señaló que habrá más trabajo en la gestión de la energía. «La Fórmula E es una versión más extrema de a dónde vamos a llegar«, dijo el tailandés, mencionando las estrategias que los pilotos usan, manipulando la energía, para ganar.
¿Podría nacer frustrada esta innovación que propone el «Gran Circo»? Si los competidores fallan en el manejo de esta situación, en el paddock no descartan cambios técnicos luego de la mitad de temporada.
El pánico de los pilotos por la F1 del 2026 y una voz que trae cautela





