«Muy difícil«. Así se expresó el ingeniero jefe de Williams Racing, Dave Robson, sobre cómo espera revertir las dificultades que tuvo durante los últimos seis grandes premios de Fórmula 1 de 2024, y que podría repercutir en el desarrollo del futuro FW47 con el cual correrán el español Carlos Sainz y el tailandés Alex Albon.
Las razones se motivan por el tiempo demandado en las reparaciones de los autos FW46 de Albon y el argentino Franco Colapinto, quien tuvo fuertes impactos en las carreras de San Pablo y Las Vegas, además de los choques de Esteban Ocon (Alpine) en Qatar y Oscar Piastri (McLaren) en Abu Dhabi.
«Al correr en dos franjas de tres carreras cada una, lo ideal hubiera sido llegar a Estados Unidos con todo lo que necesitábamos para cubrir las restantes competencias, y dejar que el equipo fuera bastante autosuficiente durante siete semanas, permitiéndo que la fábrica se centrara en desarrollar piezas para el año próximo«, indicó Robson sobre el periplo por Austin, México e Interlagos y luego en Las Vegas, Qatar y Abu Dhabi.
La situación obligó a Williams a alterar el plan de trabajo y modificar la línea de producción para proveer de piezas a los chasis dañados. «Está claro que no hemos podido hacerlo, por lo que hemos tenido que movilizar la fábrica para volver a fabricar piezas de repuesto para cubrir esta triple jornada final, por lo que habrá algunas repercusiones en el programa de producción del próximo año«, admitió el jefe técnico.
«Podremos recuperarnos, así que no creo que tenga un efecto duradero, pero definitivamente es complicado; además, el límite de costos es un desafío: dejas un margen sabiendo que habrá cierta pérdida, pero cuando es mucho, tienes que recortar en otras áreas con bastante claridad«, referenció Robson sobre cómo en Grove trabajarán para cumplir con los plazos y desarrollo del FW47.