El respetado y admirado protagonista de la década de 1950, Tony Brooks es quien enluta el ambiente de la Fórmula 1 al conocerse la noticia de su fallecimiento a los 90 años de edad. El británico, nacido en Dukinfield en febrero de 1932, logró diez podios y seis victorias y manejó vehículos de BRM, Vanwall, Ferrari y Cooper.
Con BRM había tenido un fuerte accidente, por lo que pasó rápidamente a Vanwall para crear una atmósfera inglesa junto a Stirling Moss y Lewis-Evans. Fue escolta de Juan Manuel Fangio en el GP de Mónaco del año 1957 y en el siguiente GP logró la victoria, compartiendo la posición con Moss al cederle el auto a mediados de la carrera en Aintree, como permitía la reglamentación de entonces. También se impuso en Spa, Nurburgring, Monza, Reims y el extraño semipermanente de Avus, en las afueras de Berlín, compuesto por dos largas rectas y dos curvas (una de ellas con un peralte original de 43º antes de varias modificaciones) digno de una historia en sí mismo por ser un GP diagramado originalmente en dos partes. También se logró destacar en el ámbito de las carreras endurance y sport prototipos.
Alguna vez, Moss manifestó que junto a Jim Clark sería Brooks, apodado como el odontólogo de las pistas por ser la profesión que pensaba seguir cuando comenzó a correr, el piloto con el que haría un equipo de dos autos en pista.
Con la muerte de Charles Anthony Standford Brooks él se cierra una época de la F1.
