Sin dudas, el Procar 4000 es una de las categorías que más ha crecido en los últimos años. Con un buen parque automotor, esta especialidad zonal ha llegado a rozar el centenar de inscriptos entre sus Clases A y B más la compañía de la divisional menor, el Procar 2000.
Y numerosas figuras, provenientes de categorías nacionales más otros pilotos campeones de categorías zonales no sólo engrosan la cantidad de participantes, sino que elevan la vara en cuanto al nivel. Ello, sumado a los bajos presupuestos en relación a otro tipo de categorías, explica por qué son cada vez más quienes optan por probar suerte en el Procar.
Pero nadie mejor que los propios pilotos para contar su experiencia y qué es lo que más les llama la atención de este zonal. «Primero fue una cuestión presupuestaria. Pero me di cuenta que tomamos la decisión correcta, es muy profesional en cuanto a lo deportivo como también lo dirigencial. No se improvisa y siempre nos responden ante cada consulta» señala Ignacio Esquivel, con pasado en categorías escuela de la ACTC.
«Hay transparencia y uno se siente a gusto» expresa Ezequiel Gómez. uno de los referentes de la Clase A y campeón. «Cuando arranqué no era tan profesional y hoy tiene un muy buen nivel» amplió. No sólo eso, sino que el andar para el piloto también se siente bien, tal como nos comenta Lucas Granja. «Es un auto cada vez más carga-dependiente y muy lindo de manejar» explica. Y concluye: «Hay mucho parque y la relación precio-calidad está muy bien»
Otro concepto interesante lo deja Omar La Cortiglia. «Tiene buena potencia. Es parecido a un Turismo Carretera de los ’80 o ’90. Cambian un poco los frenos y tiene menos caballos, pero a la vista es muy similar a un TC» En consonancia con ello van las declaraciones de Walter Sotro, que se sumó para correr en las últimas presentaciones haciendo compañía a su hijo Leonel, que hasta 2023 corrió en TC.
