«Hacía varios años que no concurría a una carrera de Fórmula 1. Me gustó mucho la tecnología que tiene, es fantástica. Ahora, vi que el auto es muy grande, y tuve la suerte de levantar una rueda trasera, armada, y me llamó la atención que pesa casi el doble de una de IndyCar. Y pude ver el Alfa Romeo desarmado y su tecnología es perfecta«, explicó Juncos.
En su análisis, agregó: «Los autos, al ser grandes y pesados se nota que les falta grip, y que están aerodinámicamente diseñados para velocidades -minimas- altas, y la pista de Miami no permitía extraer lo mejor del auto como en otros circuitos«.
También resaltó que el sonido de los motores de F1 no es potente. «Cuando estuve en Austin 2015, fue la última vez que pude escuchar los motores cuando sonaban lindos. Estos autos, tienen ese ruido raro por TV y si bien suena así, es mucho menor. Prácticamente no hacen ruido«, advierte.
«Y el hecho que no hagan ruido, parece que el auto va lento; igual creo que son lentos porque son más pesados y largo entre ejes, con lo cual les costaba hacer el cambio de dirección en la chicana. Y lo ves pasar y te confunde si es lento por la falta de ruido y porque es pesado«, sostuvo el director de Juncos Racing.
Además, sostuvo que los ingenieros cuentan con una limitación para hacer ajustes o modificaciones antes de la carrera. «Una vez que termina la clasificación y no se puede tocar el auto, y así se corre. Prácticamente, los ingenieros después de la clasificación no tienen trabajo, solo calculan las estrategias y analizan las gomas«, explicó.
«Es muy relajada la ingeniería en F1, porque está todo puesto en el diseño del auto, y es muy chiquita la ventana que tienen los técnicos para trabajar y modificar, como la altura del auto y la parte aerodinámica. El resto es intocable. Los ingenieros están limitados y ‘atados de pies y manos«, observó Juncos.
Con respecto al show que se generó en la previa al primer GP en las calles de Miami, el argentino radicado en Indianapolis apuntó: «No me gustó. Cayó mal en el paddock que los pilotos de McLaren se disfracen; ellos estaban avergonzados de algo que no querían hacer. Parece que en F1 se nota que no tiene más para inventar y llamar la atención. ¿Cuál es el mensaje final?«.
«También hubo un ambiente de caras largas, con los comentarios de los pilotos. Como Vettel poniéndose el calzoncillo arriba del buzo; a Hamilton que le quieren prohibir usar relojes. ¿Qué importa que use 20 relojes? Problemas de él. Y si se pega y se le incrusta la cadenita, que llore un rato y vaya al hospital. Eso me sorprendió«, hablando sobre el ambiente interno ante las normativas que la FIA quiere imponer a los pilotos sobre el uso de alhajas, relojes y ropa interior en carrera.