Tras la llegada del motor híbrido a partir del 2024, la IndyCar planea la llegada de un nuevo modelo de auto que la intención es presentarlo el próximo año y se piensa ponerlo en pista a partir de lo que será la temporada 2028 de la categoría.
La idea de la divisional es que los chasis sufran una reducción de peso de entre 38.5 a 45 kilos, reduciendo alrededor de unos 11 kg en lo que respecta a la caja de velocidades, y una modificación en los motores pasando a utilizar un motor V6 biturbo de 2,4 litros.
La intención es que Dallara lleve adelante la fabriación de los chasis, como hace desde 1997 y que se transformó en exclusivo desde el año 2008. mientras que XTRAC será la encargada de producir las transmisiones y PFC los frenos.
En el comunicado se señalan los objetivos de una unidad híbrida con un despliegue más largo y más caballos de potencia, junto con una cabina del piloto más ergonómica para mejorar la posición del asiento, una pantalla aerodinámica integrada y un nuevo aro antivuelco. La serie tiene previsto desvelar renders y más información más adelante.

