El aspecto psicológico es fundamental en la vida de cada deportista, aún más en una disciplina de élite y que requiere una elevada exigencia mental como el automovilismo y, en particular, la Fórmula 1. Continuando su escalera ascendente, Franco Colapinto llegó a la «Máxima» y esta faceta vital de su labor la realiza junto a Gustavo Ruiz, psicólogo deportivo.
«Con Franco Colapinto tenemos una rutina de trabajo con sesiones quincenales o semanales, de casi una hora. Objetivos a corto plazo y lo que se viene. Que le sirva para preparar la cabeza de cara a la próxima carrera.» indica Ruiz en Buen día, Campeones (lunes a viernes de 10 a 11 hs. por Campeones TV), que además trabaja junto a otros destacados profesionales del deporte motor argentino como los hermanos Kevin y Luciano Benavides, o Nicolás Varrone, entre otros.
En Interlagos, Colapinto sorteó un importante desafío en el desarrollo del fin de semana. Ruiz trabajó junto a él la lamentable noticia del fallecimiento de su abuelo. Al respecto, Ruiz señaló que «fue un golpe duro. De menor a mayor lo manejó a lo largo del fin de semana como un buen profesional».
Si hubo algo en lo que sobresale el argentino es en su relación tan estrecha con el público que lo acompaña. Lejos de significar una presión extra, Ruiz considera que «la gente lo estimula. Incluso lo divierte y le genera energía. Por eso también se fue con bronca de Brasil, por no poder darle a los seguidores algún tipo de resultado.»