Evolucionado en relación a 2025, Ford llega a este Rally Dakar 2026 con optimismo acerca de las mejoras en las prestaciones que ofrece el Raptor T1+. Un adelgazamiento de 50 kilogramos en el chasis, variantes aerodinámicas, nuevo material en un parabrisas más ligero (ahora laminado de policarbonato), la baja del centro de gravedad y una resdistribución del peso son algunas de las modificaciones clave para enfrentar el desafío el próximo enero.
«Hemos trabajado en suspensión y distribución del peso del coche. Eso va a ser importante, porque vamos a transitar por muchas zonas rotas» explicó Lucas Cruz, ingeniero y navegante de Carlos Sainz en diálogo exclusivo con Campeones. Optimizaciones sin dudas más que necesarias considerando los terrenos que afrontarán las unidades de la especialidad Ultimate.

Pero el punto central pasa por el motor. El propio Cruz lo señala: «Este año hay dos etapas maratón, eso complica la fiabilidad de los autos. El punto a favor que tenemos es el motor atmosférico: al no tener turbo, reduce la cantidad de partes suceptibles a roturas». En un Dakar cada vez más exigente, se trata de una ‘ventaja comparativa’ en relación al resto de los fabricantes.
«En líneas generales, va a ser un Dakar complicado. Las dificultades de la navegación pueden pasar por una ‘ansiedad’ de encontrar una pista rápida en lugar de una correcta. En las etapas maratón, se perjudicará a los vehículos que no abran pista por no tener la traza previa de las motos»
¿Adónde habrá que prestar más atención, entonces? Un Rally cada vez más exigente en cuanto a velocidades y reiterados puntos de aceleración plena reducen el margen de error de los competidores. «El Dakar se ha volcado al ‘Sprint’. Los autos se hicieron más robustos, sólidos. Esto permite ir mucho más rápido incluso en zonas rotas y es más difícil gestionar la velocidad. Un mínimo error te provoca un abandono» concluyó Cruz.





