Foto portada: Darío Gallardo.
El tremendo golpe entre Gastón Mazzacane (Chevrolet Camaro) y Augusto Carinelli (Dodge Challenger) apenas el Turismo Carretera salió a pista con el primer entrenamiento en el autódromo de El Calafate provocó un gran susto. Autos dañados y una contusión cerebral para el piloto chaqueño, quien posteriormente llevó tranquilidad desde el Hospital Semic Central a través de sus redes sociales, confirmando que se encontraba en buen estado de salud.
Si bien Mazzacane no perdió el conocimiento, el domingo manifestó que aún persistían los dolores por el impacto. «Estoy bien, con dolor en el cuello. Tengo bronca por no correr y por el desastre de la rotura, pero a la vez estoy contento porque no pasó nada» expresó el platense en diálogo con Campeones antes de la carrera.
«Innecesario todo. Primera vuelta del primer entrenamiento, con todo frío» lamentó el representante de Chevrolet. A través del control de la telemetría, se pudo conocer que el choque con Carinelli fue a 100 kilómetros por hora. «Por venir lento y saliendo de boxes, no alcancé a hacer el trompo completo, porque si no quizá zafaba y hubiese sido otra la historia» entendió Gastón.
Los visibles daños en el Camaro no solo imposibilitaron que el «Rayo» pueda correr este domingo, sino que tampoco podrán ser saneados para la tercera fecha del TC el próximo 30 de marzo. Por eso, el volante platense volverá a la ‘vieja guardia’ y se subirá a una Chevy en Centenario. «Ya la tengo armada, y el equipo está mentalizado en que en Neuquén vamos con la Chevy»confirmó.
