Mick Schumacher fue uno de los protagonistas del sábado en Arabia Saudita, pero no precisamente por algo positivo, sino todo lo contrario. Cuando transitaba una vuelta rápida de la Q2 intentando mejorar el noveno puesto que ostentaba hasta ese momento, perdió el control de su auto, dio contra los muros del circuito y el monoplaza quedó destruido.
El piloto fue trasladado al centro médico del circuito y posteriormente a un hospital de la zona para chequeos médicos, pero los resultados arrojaron que no sufrió ninguna lesión. Pese a eso, el equipo Haas decidió que no correrá la final del domingo, ni siquiera con el auto de repuesto, por lo que no podrá salir a pista a acompañar a su coequiper Kevin Magnussen.
Inclusive, el propio piloto danés será el único Haas en pista, ya que tampoco podrá correr Pietro Fittipaldi, largando así la final 19 autos. El jefe de equipo Guenther Steiner explicó que la idea es no arriesgarse ya que «en dos semanas estaremos en Melbourne y es mejor focalizar en esa fecha para asegurarnos que vamos a llegar de la mejor manera«.