La largada del Gran Premio en Silverstone dejó a todo el mundo con la boca abierta por la espectacularidad de un accidente que de milagro no fue una tragedia y que tuvo a Guanyu Zhou como protagonista. El piloto chino sufrió un toque por parte de Russell, su Alfa Romeo entró en trompo y volcó.
El monoplaza nunca recuperó su posición original y transitó más de 200 metros boca abajo. La grava no detuvo en su totalidad al vehículo y a pocos metros de la contención de neumáticos se elevó, pasó por encima de esa barrera y fue atajado por el alambrado, quedando atrapado en esa zona.
A cuatro días de haber sido el protagonista en primera persona de esa situación, Zhou se prepara para el Gran Premio en el Red Bull Ring, pero antes de dar detalles de la misma explicó en qué trabaja el equipo italiano al respecto: «De ese primer impacto, en el que (el coche) aterrizó después de dar vuelta, el equipo todavía está haciendo una investigación. Parece que ese primer golpe fue mucho más fuerte en comparación con lo que prueba la FIA en su test de seguridad. Así que, obviamente, eso fue lo que creó el problema que destrozó el arco antivuelco«.
«Obviamente, cuando se produjo el vuelco, lo primero fue soltar el volante. Nunca se sabe, puedes romperte la muñeca muy fácilmente con un accidente así. Y luego lo siguiente, mientras rodaba por el suelo sabía que iba a tener un gran impacto porque el coche no se detenía, entonces intenté colocarme en una posición lo más segura posible, esperando a ese último impacto«, reveló el joven piloto de Alfa Romeo.
Y agregó: «No es que estuviera sujetándome las manos hacia atrás, sino que estaba manteniéndolas en tensión para que no se muevan cuando llegue ese último impacto. En general, yo solo estaba esperando que llegase el último golpe. Y una vez que vi que todo había terminado no sabía dónde estaba, estaba al revés«.
«Lo siguiente que sentí fue básicamente que había una fuga. No estaba seguro de si era de mi cuerpo, o del coche. Asique intenté apagar el motor, porque todavía estaba encendido. Pues obviamente en ese instante sabía que si había un incendio, sería difícil salir de ahí«, reconoció Zhou sobre los primeros segundos una vez que el monoplaza se detuvo.
Respecto al incidente en pista aseguró: «No sabía qué había pasado, quién me había golpeado, porque yo iba recto por la línea blanca antes de llegar a la curva 1 y de repente recibí un gran golpe«. Además, destacó la labor de los asistentes de pista y su accionar: «Obviamente el marshall estaba hablando conmigo, querían asegurarse de que estaba consciente y de que todo estaba bien«.
«Tuve que deslizarme un poco hacia fuera del coche. Moví las pierna, mis pies y arrastré todo mi cuerpo hacia fuera, hacia la parte superior del asiento y entonces fueron capaces de sacarme«, contó sobre cómo fue salir del coche, que había quedado en una posición para nada normal entre el alambrado y los neumáticos de contención.
«No me di cuenta de que estaba entre las barreras. Pensaba que estaba al otro lado. Pero en realidad estaba entre la barrera y la valla, y no sé cómo sobreviví a eso. Pero luego mirando hacia atrás, obviamente me di cuenta de que el Halo me salvó«.
No fue un domingo sencillo para él en todo sentido, ya que una vez que se retiró del circuito siguieron los infortunios: «Me encontré con tráfico en la M1, me equivoqué de carretera y salí como a las cinco de la tarde, por lo que llegué a casa a las 21h. Fue un día muy, muy largo. No podía esperar a llegar para relajarme un poco, porque estaba cubierto de polvo, había mucho polvo después del accidente, así que sólo quería llegar a casa, darme una ducha y relajarme«.
«Ya ese mismo domingo vi la carrera de nuevo y no me sentí mal viéndola, ni tuve esa sensación. Así que creo que fui capaz de digerirlo por mí mismo, estaba contento de tener un día de descanso y poder volver a comprobar mi condición física al día siguiente. Para mí, eso no era una preocupación. Obviamente hay momentos en los que hacés o pasa algo y necesitás un poco de ayuda, pero esta vez no siento que fuera necesaria«, analizó Zhou.
Si bien una parte importante del auto no sirve más, algunas sí y hay una pieza clave que no quiere cambiar: «El domingo por la noche estuve enviando mensajes a todos mis ingenieros preguntándoles si mi asiento estaba bien. Para los pilotos el asiento es muy importante, tiene que ser muy cómodo, así que no quiero cambiarlo porque siempre pueden ser diferentes, aunque intenten hacerlo exactamente igual«.
«Pero más allá de eso, estoy muy contento de que haya una carrera sólo unos días después. Si tienes un descanso largo justo después de esto sería terrible, porque estarás bajo presión, estarás pensando en ello, repetirás el incidente en tu cabeza aunque intentes evitarlo. Por lo que es bueno volver a pista directamente«, expresó quien actualmente se ubica 16to en el campeonato.
