Por Jorge Luis Legnani, Jaime Pintanel y Orlando Ríos
Franco Colapinto, decimoprimero en Singapur. Podría parecer poco si se miran los 4 puntos logrados en Bakú. Sin embargo, por su inspirado comienzo y el ritmo demostrado a lo largo de 300 kilómetros deshidratantes por el calor, en los que tuvo que superar un fuerte dolor de estómago, esta fue la mejor de sus primeras tres carreras en la F1. El Williams FW46 no está para mucho más. Solo para acabar entre el noveno y el decimosegundo puesto, según lo visto los sábados y los resultados previos.
En Marina Bay, Franco lanzó un contundente mensaje en la largada con una sensacional maniobra, adelantando por dentro a Yuki Tsunoda en la frenada de la primera curva, cerrada hacia la izquierda. Todo el medio pelotón iba por el centro o por afuera, molestándose entre sí. Por eso, Franco pudo ajustar su frenada a fondo y rotar perfectamente sobre el pianito interior. Ahí ganó tres posiciones: la de Alex Albon, la del Ferrari de Carlos Sainz y la de Tsunoda.
Desde atrás, Sergio Pérez, con un Red Bull que en teoría es muy superior al Williams, no lo podía pasar. ¿Cabe mayor elogio a las capacidades de Colapinto que la frase de Sergio, en la radio, en medio de sus frustrados intentos?: “Es bueno Colapinto, difícil de pasar”. Albon, que abandonó por problemas de sobrecalentamiento, se desdijo después de echarle la culpa a Franco de su salida de pista en la primera curva. El experimentado Albon tiene ahora un compañero realmente incómodo para él. Sainz también criticaba, pero lo cierto es que Franco no lo tocó.
Williams decidió que Franco aguantara en pista todo lo posible en la primera parte con los neumáticos medios. Esperaba un milagroso «safety car» para reemplazarlos por los duros. ¿Cómo perdió entonces esa muy posible novena posición final? Sainz paró muy temprano y montó las duras, y, contra lo que todos creían, fue a una sola parada. Por eso terminó adelantando a Franco y a varios más. Sergio Pérez le hizo un «undercut» parando una vuelta antes y, con aire libre, descontó fácilmente los 4 segundos que le llevaba el argentino, que cambió neumáticos una vuelta después.
Tras el cambio, Pérez no pudo en realidad alejarse. Franco le mantenía el ritmo. Encerrados en menos de 5 segundos, llegaron a estar Alonso, Hülkenberg, Pérez y Colapinto. Más aún, si se trata de cuidar neumáticos, lo que ya se había visto en Bakú se confirmó en Marina Bay: Colapinto puede hacerlo.
En solo 3 carreras, exhibe el oficio de pilotos consagrados con cientos de carreras. Segunda comprobación entonces: este recién llegado tiene la velocidad y la cadencia de ganadores y campeones como lo son Alonso y Pérez, subcampeón el año pasado. Lo podemos decir: ya está para cosas mayores.