Charla íntima de Carlos Alberto Pairetti junto a Carlos Alberto Legnani (h) en Campeones TV:
«Era un auto que doblaba, frenaba y hacía todo bien»
Naranja, de casualidad
«A las 2 a.m. terminaban el auto y preguntaron de qué color se pintaba. Yo usaba los autos azules pero no le pusimos azul porque los prototipos de Ford eran azules. Buscamos qué pintura había en el taller del español. Un litro de blanca, un litro de roja y otra… ¿Y si mezclamos todo a ver qué pasa? Y así fue, salió ese naranja. Después GM sacó una Chevy naranja, por el furor del Trueno Naranja»
A pesar de todo lo que generó este auto, Pairetti recuerda al Baufer-Chevrolet que le había comprado a Alberto Rodríguez Larreta (Larry) como uno de sus mejores vehículos. Se modificaron muchas cosas hasta que ganó en agosto de 1966, en Rojas y Pergamino; hasta el Gran Premio con un triunfo imponiéndose en tres etapas consecutivas.