Los médicos de Marc Márquez se sorprenden de que pueda manejar una moto. El brazo derecho no se soldó bien y tiene una rotación tres veces mayor de la que se le había pronosticado. De hecho, los huesos soldaron en el ángulo incorrecto y le redujeron la movilidad.
Esta situación le llevó a tomar la determinación de regresar al quirófano, por cuarta vez, y acomodar esta penuria que comenzó con una caída a mediados del 2020. El doctor Joaquín Sánchez Toledo le llamó a cumplir con este paso apenas corroboró con sus estudios -el sábado- que estaban las condiciones dadas para ingresar a la Clínica Mayo, de Rochester, en Minnesota, Estados Unidos.
¿Qué riesgos afronta Márquez para recuperarse?
Serían unas ocho horas -mínimo- de intervención. La musculatura del español de 29 años no podría soportar más las condiciones actuales y le llevaría a forzar tanto el otro brazo, el izquierdo, que terminaría dañándose en ambos lados. El plan de todo el equipo de trabajo del leridiano es poder enfrentar la recuperación de cinco o seis meses y trabajar para volver a correr en 2023. Operarse en este momento le daba el tiempo necesario para cumplirlo.
«Hay que quitarse el sombrero con lo que estaba haciendo»
Ahora que se conoce el estado en el que Marc estaba manejando, reconociendo un nuevo estilo por las limitaciones físicas, todos se asombran del 4º lugar en Jerez y el 6º en Austin. «Hay muchas cosas que no se saben. La gente puede hablar, pero los que lo vivimos desde dentro sabemos que no la ha estado pasando bien«, contó Santi Hernández, su ingeniero de puesta a punto.
«Las limitaciones que tenía y que los resultados que estaba obteniendo eran para quitarse el sombrero, aunque no se ven tanto porque no acabas ganando o en el podio. Era para quitarse el sombrero lo que estaba haciendo y, ahora que ha dicho por lo que estaba pasando, aún más«, agregó. Además, señaló que el equipo debe «mejorar muchos aspectos de la moto y tratar, para cuando él regrese, entender qué está sucediendo y darle una moto como se merece«.
Las limitaciones que enfrentó Márquez no le permitían manejar como quería. Se cansaba de más al luchar con su propio cuerpo, especialmente en los cambios de dirección y frenajes intensos. La esperanza está puesta, por ahora, en la operación del jueves y la recuperación.