Voceros de la Asociación Propietarios de Autos de Competición de Turismo Competición 2000, creada recientemente, aseguran que el camino está decidido para varios de los integrantes. El rumbo llevará a los principales equipos de TC2000 a las puertas de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC). Se habló del camino que llevó a la estrategia actual de los equipos, el plan a futuro, las reuniones con dirigentes, la compra de motores y el proveedor principal que trabaja en ellos.
«Tocamos fondo varias veces, pero ahora hay una situación económica complicada»
«Las cartas están echadas«, señaló Javier Ciabattari en Campeones Media luego del paso de la categoría por Río Cuarto a principios de agosto. Reconoció las reuniones mantenidas con la entidad de Calle Bogotá 166, tal como previamente había sucedido en las oficinas de la CDA del ACA. En un repaso cronológico de la situación que los trajo a la actualidad, admitió que «la aparición de los hermanos (Alejandro y Diego) Levy trajo un gran repunte» y que, en posteriores encuentros, las escuderías compartieron sus inquietudes.
El deporte y la industria
Javier Ciabattari graficó una situación desde el punto de vista de los equipos de competición que sostienen, como empresas, la actualidad de la categoría con los riesgos de cualquier otra pequeña y mediana empresa. «Hay dos grandes grupos, una parte el deporte y otra la industria detrás«, comenzó el ingeniero cordobés. «Si el deporte es sano y la industria próspera, todo está en crecimiento. Pero si una está bien y otra mal, decrece«.
«Nos unimos para buscar el bien común y salir adelante con el deporte y la industria»
Afirmó Ciabattari que «se llegó a un momento de crisis en el que hemos tocado fondo, varias veces, pero ahora estamos en una situación económica complicada que nos hizo formar la asociación para que estemos todos juntos en un proyecto, por el bien del TC2000«. Insistió en que «nadie lo hace en detrimento, porque sería una locura; nos unimos para buscar el bien común y tratar de salir adelante con el deporte y la industria«.
El ejemplo principal fue el de los motores, distribuidos por la empresa ligada al promotor de la categoría y se alquilan a los equipos. «Nos encontramos con una realidad en la que somos dueños de todo y no somos dueño de nada«, dijo en Campeones el alma técnica del YPF Honda RV Racing. «Tenemos mucho riesgo, tenemos empleados, camiones en ruta, tenemos autos pero no tenemos motores. Tenemos que pedir permiso para que nos habiliten a hacer una prueba y el alquiler para una prueba cuesta 3,2 millones de pesos y 4,6 millones el alquiler para una carrera«, detalló. Se refirió a esta situación como «un modelo de negocio que se sostuvo hasta este momento» y que los números que se manejan son «desmedidos«.
Motor potente y «ruidoso»
Analizando la situación es que, reiteró, impulsaron la creación de la alianza actual. «Cuando nos dimos cuenta de esto, dimos los primeros pasos y empezamos a trabajar como una asociación. Lo segundo fue dar valor al auto y ahora tenemos una auto de carreras que tiene su motor«, reveló Ciabattari. Actualmente, están en pleno proceso de compra, con pagos anticipados y diferidos que se espera cumplir en marzo de 2025, contaron, «para que todos los motores sean nuestros«.
El cordobés también contó que el desarrollo y primer responsable del service sería con único proveedor, mientras que a futuro se podría abrir este espacio a más responsables de motores. «El motor es totalmente hecho en Argentina, por Oreste Berta SA, con mucha potencia, mucho ruido y ‘push to pass’. Va a tener mucha potencia y después veremos cuánta vamos a usar«, evidenció Ciabattari.
«Se perdió el deporte y la industria»
«Hicimos muchísimos intentos de explicar la situación, pedimos a los hermanos Levy cambiar el modelo de negocio, vendernos los motores y que ellos sean promotores. El promotor no solo alquila motores y vende repuestos sino que alquila autos a precios menores que los nuestros. Se perdió el deporte y la industria. Manifesté como es la realidad»
«Por el lado de la CDA, apenas asumió (Eugenio) Breard estuve sentado en su mesa diciéndole cuál era el problema del TC2000, desde mi punto de vista. Le pedí que reaccione rápidamente porque cuando él reaccione, tal vez, no tenga más categoría porque desaparece o se toman decisiones. En ese momento (él) no tenía total libertad, estaba un poco atado de pies y manos por el cambio de presidente (en el ACA). Insistí mucho a él y al ‘Pato’ (Diego) Mesa, que tal vez los tiempos del ACA no son los nuestros, que estamos en una crisis económica profunda»