«Con la noticia de Franquito estamos todos felices«, decía Ricardo Risatti en Campeones, cuando se presentó la Copa de Oro de Turismo Carretera y a la par se anunciaba la irrupción de Colapinto a la Fórmula 1 con Williams. El cordobés manejó un F1 de Toyota en pleno ascenso automovilístico en el año 2007, premiado por sus logros en categorías menores. Con ello, fue de los últimos argentinos que condujo un auto actual de la máxima categoría mientras se encontraba en pleno auge de su campaña deportiva, casi contemporáneo con las experiencias de José María López.
«Franco nos sorprende día a día. Que se de esta oportunidad, con la tranquilidad de saber que va a correr hasta fin de año, le dará mucha experiencia«, remarcó Risatti sobre el chico de Pilar. «Ya está en la Fórmula 1, eso habla de que lo tienen bien catalogado y que está haciendo bien las cosas«, insistió.
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Grandes objetivos en el Turismo Carretera
Las últimas dos competencias del TC le dieron la chance de entrar en la mejor docena del campeonato al terminar la Etapa Regular del TC, en Buenos Aires. El de Laboulaye se propuso soñar en grande luego de haber conseguido, este año, su primer podio: «Estar entre los doce mejores es el primer objetivo cumplido, pero obviamente queremos más con el equipo«, contó el hombre que se desempeña con el LRD Performance a bordo de un Chevrolet Camaro.
A pesar de una merma en el rendimiento del motor durante el último fin de semana, aseguró que van por más en la Copa de Oro: «Estamos entusiasmados con pelear el campeonato, los cinco circuitos son lindos y los conozco«. Además, cree que el rendimiento de su vehículo tiene un lugar en el que podría destacarse: «Si tengo que elegir alguno sería Paraná, porque me gusta y el auto viene funcionando bien en ese tipo de circuitos».
