Julián Santero vive un buen inicio de temporada con el Ford Falcón del LCA Racing, con el que se impuso en la segunda final del año para el Turismo Carretera, superando al flamante Ford Mustang de Mariano Werner.
A pesar de mostrar un ritmo incesante con el «viejo» modelo del óvalo, el piloto de Guaymallén experimentó de cerca el potencial del auto de nueva generación y luego reflexionó al respecto en los micrófonos de Campeones. «De El Calafate nos fuimos con un buen 4to puesto, pero con algo de sabor amargo porque sabía que tenía la herramienta para ganar. Hoy se dio todo a nuestro favor y pudimos ganar. El auto sigue siendo una buena herramienta y es fundamental el trabajo del equipo y el motor».
«Empiezo a ver que nos tenemos que apurar para armar el Mustang. Voy a hablar con Laucha (Laureano Campanera) para que lo arme rápido. 5ta o 6ta fecha sería el ideal para mí».
En El Calafate debutaron 10 autos de la nueva generación del TC, que repitieron en Viedma, nuevamente siendo protagonistas, con triunfo en la primera (Torino ACTC) y doblete en el podio de la segunda (Werner y Quijada). Esto demuestra que el tiempo de adaptación y desarrollo son menores de lo que se esperaba para verlos adelante.
«De mitad de carrera en adelante noté que yo tenía mejor ritmo, pero después de haber peleado toda la carrera mano a mano con el Mustang, empiezo a ver que nos tenemos que apurar para armar el Mustang. Hoy hubo dos autos de nueva generación en el podio y yo defendiendo a la vieja generación».
Santero se mostró reflexivo y entendió que en muy poco tiempo los autos nuevos lograron pelear por la victoria en ambas competencias y que aún tienen más hilo en el carretel de lo que le queda por crecer al Falcon. «Ellos tienen mucho desarrollo por delante todavía y entiendo que van a seguir funcionando mejor. Nosotros ya estamos en un techo, hace muchos años que corremos con Falcon y tenemos el setup desarrollado. Ellos arrancaron hace dos carreras y ya están para ganar una final de TC».
